06/12/2025
06:13 PM

José Osmán Perdomo habla sobre magisterio

Lleva casi medio siglo educando, los escritores lo buscan para pedirle consejos y está por publicar su tercer libro “Formas de discusión en grupo”.

    Lleva casi medio siglo educando, los escritores lo buscan para pedirle consejos y está por publicar su tercer libro “Formas de discusión en grupo”.

    José Osmán Perdomo Bu es uno de los catedráticos de mayor antigüedad en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula, Unah-vs, y este mes cumple cuarenta años como docente de este centro educativo. Otros diez los dedicó a impartir clases en primaria y secundaria.

    Recién inaugurado el año lectivo, el maestro de generaciones ofreció una entrevista a Diario LA PRENSA en la que les aconseja a los docentes que cumplan su responsabilidad de educar a la niñez y a la juventud del país.

    ¿Qué lo motivó a estudiar magisterio?

    En mi casa había tres maestros y por eso yo no quería esa profesión, pero mi hermana mayor un día me dijo “usted tiene que estudiar. Tome este dinero y matricúlese en lo que quiera”.

    Entonces fui al instituto Departamental Independencia en Santa Bárbara y pregunté por las condiciones para las carreras que había. En comercio, secretariado y bachillerato tenía que pagar 20 lempiras, 10 de matrícula y 10 de la primera cuota, pero para Magisterio sólo ocupaba los diez lempiras de la cuota y para que me sobrara dinero me matriculé en esa carrera.

    ¿Cómo se dio cuenta de que ésa era su vocación?

    No me había graduado y me mandaron de examinador a un centro educativo. Mi primer sueldo como maestro fue de 50 lempiras.

    Luego trabajé con primer grado. Eran 35 alumnos; me propuse que tenían que aprender a leer y a escribir y antes de los tres meses ya lo hacían muy bien. Ahí pensé “soy maestro”.

    ¿Qué le parece la enseñanza de los maestros actuales?

    El magisterio se ha convertido en política; les interesa más eso que la función docente.

    Me he encontrado con estudiantes universitarios que en una página tienen hasta más de treinta errores y no saben ni de cultura general. Ahí se ve reflejada la educación.

    Los docentes no se preocupan porque el alumno aprenda lo que debe en el desarrollo de sus asignaturas. Hay mucha deficiencia en la docencia.

    El lunes empiezan las clases en primaria. ¿Qué les aconseja a los maestros?

    Que cumplan cabalmente su responsabilidad, que se olviden de otras cosas porque lo prioritario es enseñar.
    ¿Qué opina de la literatura hondureña?

    La literatura hondureña es formidable. No todo lo que se escribe es valioso, pero sí hay muchos escritores de calidad y en eso nos destacamos. Tenemos que sentirnos orgullosos de ello.
    Usted les imparte clases a los periodistas. ¿Qué ha significado contribuir a la formación de los comunicadores?

    Siempre he tenido la bondad de servir a los periodistas desde que Patricia Murillo (jefa de la carrera de Periodismo) me pidió que impartiera Español 2, 3 y 4, me comprometí. Hay cierto vínculo entre Letras y Periodismo. Si algunas carreras tienen afinidad con el uso del lenguaje, son ésas.

    El periodista no se debe conformar con lo que adquirió en la universidad, sino crecer con la lectura. Deben leer biografía, historia, legislación y política y crecer culturalmente.