Este domingo tenemos la oportunidad de ayudar a cambiar el mundo apoyando a cientos de hombres y mujeres que dejan a sus familias y sin dudarlo van por todos los caminos con la buena nueva del Reino de Dios; Se trata de la actividad misionera de la Iglesia católica.
Octubre es el mes de las misiones y en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, desde 1926, se conmemora. Es el día en que todas las ofrendas que se dan en las misas son destinadas a las misiones.
La jornada mundial de las misiones la organiza Obras Misionales Pontificias, la institución de la Santa Sede encargada de buscar medios para impulsar la actividad misionera de la iglesia. En San Pedro Sula, la iglesia también se prepara para participar en la obra.
El sacerdote Luis Amador conversó con LA PRENSA acerca de la actividad que recuerda que los misioneros y misioneras son el ejemplo de que el cambio del mundo es posible y urgente.
Con su entrega y con el anuncio del Evangelio, ellos cambian la historia de cientos de personas. Son personas transformadas que transforman otras vidas.
Octubre es en la Iglesia católica el “mes misionero por excelencia”. Justamente el día 1 de octubre de cada año se celebra a Santa Teresita del Niño Jesús; quien es la patrona de las misiones. También este año hay una particularidad y es que en este mes se celebra en el Vaticano el Sínodo de los Obispos, que tiene como lema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
Cada año el Papa envía un mensaje con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones. Este año el lema es: “Junto a los jóvenes, llevemos el Evangelio de la vida”. Este lema surge, ya que este año, en el mes de octubre se lleva a cabo el Sínodo de los obispos; dicho sínodo tiene como lema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Por medio de este Sínodo la iglesia no solo quiere escuchar la voz de los jóvenes sino ante todo quiere volverse ella misma, joven, actual, con frescura del Evangelio, es decir, se quiere “un pentecostés juvenil”.
Sabemos que la Iglesia existe para evangelizar. Y cuando hablamos de Iglesia no hablamos de los templos, hablamos, ante todo, de las personas. La Iglesia es una comunidad de hermanos. Cada miembro está llamado a apoyar las misiones, ante todo con la oración, también se puede apoyar de forma económica y siendo cada uno misionero en su propio entorno.
La Iglesia de Honduras es relativamente joven. En comparación con otras con gran recorrido histórico. Se dice que cuando una Iglesia envía misioneros a otros países significa que ya es madura, adulta. En Honduras ya hay signos de madurez, ya que hay hondureños desarrollando experiencias de misión en otros países y continentes; Por ejemplo, en Chile, Perú, Brasil, en África y Asia.
Sí hay. El tercer domingo del mes de octubre de cada año se celebra el Domingo Mundial de Oración por las Misiones, en sus siglas: DOMUND. Ese día se invita a todos los cristianos católicos a orar de manera especial por las misiones que la Iglesia lleva a cabo en todo el mundo; también se nos invita a orar por los misioneros.
En San Pedro Sula, como diócesis se nos invita a orar por las misiones y por los misioneros; también se promueve el “famoso sobre” del Domund, que es una forma de apoyar económicamente las misiones. Además de varias experiencias de misiones que desarrollan en cada parroquia.
Hay muchas formas de cooperar con las misiones a lo largo del año, pero el Papa pide que las colectas del día del Domund en todo el mundo sean para sostener todos los territorios de misión, es un signo de catolicidad, es decir, de universalidad. La Iglesia apoya equitativamente a todas las misiones, sin importar la congregación o nacionalidad de sus misioneros.
