Santa Cruz de Yojoa, Honduras. En la represa hidroeléctrica Francisco Morazán, más conocida como El Cajón, los trabajos de mantenimiento y mejoras son permanentes.
En marcha
Rodríguez explicó que será un proceso en el que cada detalle se supervisará minuciosamente.
“Estamos en una etapa avanzada. Todavía no se ha empezado, pero ya se han hecho las coordinaciones necesarias”, aseguró.
El jefe de mantenimiento de obras civiles de El Cajón detalló que el fin del proyecto es detectar de dónde viene el sedimento y cuáles son las zonas más vulnerables.
“Hemos estado en diálogo con el OIEA para implementar un proyecto de estudio de sedimentos en el embalse.
Esto más que todo para identificar las zonas más vulnerables de la cuenca y saber de dónde proviene la mayor cantidad para hacer los trabajos de mitigación necesarios para controlar el problema”, manifestó.
En noviembre del año pasado se concluyó el sellado de fugas.
El ingeniero dio a conocer que el desarrollo de esta investigación y proyecto prácticamente no necesitaría una gran inversión de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee).
“El proyecto no tendría mayor costo porque estas son donaciones de organismos internacionales. Lo que hay que tener es la capacidad técnica de ejecución, personal capacitado, información y algunos equipos que ya tenemos”.
Añadió: “Estos estudios científicos son muy complejos, pero la Enee tiene personal muy capacitado”.
Sellado de fugas
El jefe de mantenimiento de obras civiles de El Cajón también dijo que el sellado de filtraciones de la represa ya se terminó y los buenos resultados son evidentes.
“Logramos alcanzar los objetivos, finalizaron los trabajos en noviembre de 2017 y ahora estamos en la etapa de mantenimiento rutinario, el monitoreo de la instrumentalización.
40 millones de lempiras al año aproximadamente era el impacto económico que provocaban las filtraciones en la represa hidroeléctrica Francisco Morazán.
Tenemos unos 1,000 instrumentos en los túneles, la represa, sala de máquinas, donde se monitorea periódicamente”, afirmó.
En la represa había dos tipos de filtraciones, las internas y las externas.
Por las internas pasaban aproximadamente 700 litros de agua por segundo y por las externas unos 300 litros de agua por segundo, para sumar un total de 1,000 litros por segundo que se filtraban en toda la represa.
“Ahora las filtraciones solo han quedado en 80 litros de agua por segundo cuando antes eran de 1,000. Con esto se ve que la inversión del proyecto fue un éxito. Las zonas donde antes había grandes filtraciones ahora solo tienen una muy poca cantidad de agua que no significan ningún riesgo”.
300 megavatios es la capacidad instalada en la primera etapa de El Cajón. En la segunda generará otros 300 megavatios, pero aún no está desarrollada.
La prueba final
El ingeniero comentó que con la instrumentalización se obtiene un reporte de cómo se encuentra la represa.
“Incluso hemos llegado a niveles máximos de embalse arriba de 280 metros y aún así las fugas se mantuvieron en solo 80 litros de agua por segundo o menos y eso fue como el examen que pasó el trabajo. Teníamos que ver si al llegar a niveles tan altos las filtraciones realmente seguían controladas y así fue”, contó.
Alta dificultad
Rodríguez recordó que el sellado exitoso de las fugas no fue fácil, pues en los inicios del proyecto hubo mucha complejidad técnica, pues había que hacer trabajos de perforación e inyección debajo del embalse y túneles inferiores.
“Eso significó un alto grado de dificultad. Logramos tener éxito en todos los trabajos. Se logró el 100% de los objetivos que se había planificado, como la impermeabilización de estas fugas del embalse, revestimiento de túneles, se construyeron otros túneles para drenaje con el fin de proteger la sala de máquinas, se instaló nueva instrumentalización y se tuvo éxito en cada una de las etapas del proceso”.
El proyecto lo hizo la empresa italiana Astaldi.
La capacidad de embalse de la represa hidroeléctrica El Cajón es de 5,700 millones de metros cúbicos de agua.
Originalmente el costo de las reparaciones era de $32 millones (L768 millones), pero debido a complicaciones por la gran cantidad de exudaciones se tuvo que invertir $6 millones más (unos L144 millones).
O sea, que en total, el sellado en la represa El Cajón tuvo un costo de $38 millones (unos L912 millones).
Actualización y mejora
Sergio Monroy, jefe de operaciones de la represa hidroeléctrica Francisco Morazán, manifestó que se están haciendo gestiones para mejorar los sistemas de la obra y ampliar la capacidad de producción energética.
“Nuestra planta es completamente automatizada, solo que con tecnología de finales de los años 70.
Por eso necesitamos modernizar ya los sistemas y se está gestionando el dinero para hacer los cambios necesarios y contar con la mejor tecnología”.
Otro de los grandes proyectos que ya se visualiza en El Cajón es la instalación de una quinta turbina.
“En la medida que veamos cómo se va comportando la matriz de generación de energía eléctrica a El Cajón se le podría instalar una o dos unidades más para poder entregar más potencia al sistema”, dijo.
El jefe de operaciones de la represa agregó que: “Tenemos un método de mantenimiento preventivo, combinado con predictivo y proactivo, de manera que nos adelantamos a las fallas. Es uno de los objetivos principales”.
Nivel de embalse
La represa El Cajón puede operar con un embalse entre 220 mínimo y 290 máximo, aunque 285 es lo estipulado para evitar inundaciones. Actualmente el nivel de embalse está en 272 metros.
“El nominal de las máquinas es 265, como estamos arriba eso da más rendimiento y generación”. Monroy aseguró que se está teniendo una producción energética óptima.
“Como el año pasado el aporte de agua al embalse fue muy bueno estamos generando energía las 24 horas al día”, expresó.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) liderará un proyecto de estudio de sedimentos que se hará en la represa hidroeléctrica Francisco Morazán, más conocida como El Cajón, como parte de los trabajos de mantenimiento en la obra y trabajos de mejora.
Luego de concluir el proyecto de Mantenimiento de Obras Subterráneas (MOS), con el cual se sellaron las fugas en la represa, ahora se busca controlar el flujo de residuos que llegan a El Cajón.
“Este proyecto está muy avanzado. El próximo mes viene un especialista del Organismo Internacional de Energía Atómica a hacer una inspección en el campo, la cuenca, el embalse, para definir una estrategia para estructurar este proyecto”, reveló a Diario LA PRENSA el ingeniero Rolando Rodríguez Rivera, jefe de mantenimiento de obras civiles de la represa.
En marcha
Rodríguez explicó que será un proceso en el que cada detalle se supervisará minuciosamente.
“Estamos en una etapa avanzada. Todavía no se ha empezado, pero ya se han hecho las coordinaciones necesarias”, aseguró.
El jefe de mantenimiento de obras civiles de El Cajón detalló que el fin del proyecto es detectar de dónde viene el sedimento y cuáles son las zonas más vulnerables.
“Hemos estado en diálogo con el OIEA para implementar un proyecto de estudio de sedimentos en el embalse.
Esto más que todo para identificar las zonas más vulnerables de la cuenca y saber de dónde proviene la mayor cantidad para hacer los trabajos de mitigación necesarios para controlar el problema”, manifestó.
El ingeniero dio a conocer que el desarrollo de esta investigación y proyecto prácticamente no necesitaría una gran inversión de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee).
“El proyecto no tendría mayor costo porque estas son donaciones de organismos internacionales. Lo que hay que tener es la capacidad técnica de ejecución, personal capacitado, información y algunos equipos que ya tenemos”.
Añadió: “Estos estudios científicos son muy complejos, pero la Enee tiene personal muy capacitado”.
Sellado de fugas
El jefe de mantenimiento de obras civiles de El Cajón también dijo que el sellado de filtraciones de la represa ya se terminó y los buenos resultados son evidentes.
“Logramos alcanzar los objetivos, finalizaron los trabajos en noviembre de 2017 y ahora estamos en la etapa de mantenimiento rutinario, el monitoreo de la instrumentalización.
Tenemos unos 1,000 instrumentos en los túneles, la represa, sala de máquinas, donde se monitorea periódicamente”, afirmó.
En la represa había dos tipos de filtraciones, las internas y las externas.
Por las internas pasaban aproximadamente 700 litros de agua por segundo y por las externas unos 300 litros de agua por segundo, para sumar un total de 1,000 litros por segundo que se filtraban en toda la represa.
“Ahora las filtraciones solo han quedado en 80 litros de agua por segundo cuando antes eran de 1,000. Con esto se ve que la inversión del proyecto fue un éxito. Las zonas donde antes había grandes filtraciones ahora solo tienen una muy poca cantidad de agua que no significan ningún riesgo”.
La prueba final
El ingeniero comentó que con la instrumentalización se obtiene un reporte de cómo se encuentra la represa.
“Incluso hemos llegado a niveles máximos de embalse arriba de 280 metros y aún así las fugas se mantuvieron en solo 80 litros de agua por segundo o menos y eso fue como el examen que pasó el trabajo. Teníamos que ver si al llegar a niveles tan altos las filtraciones realmente seguían controladas y así fue”, contó.
Alta dificultad
Rodríguez recordó que el sellado exitoso de las fugas no fue fácil, pues en los inicios del proyecto hubo mucha complejidad técnica, pues había que hacer trabajos de perforación e inyección debajo del embalse y túneles inferiores.
“Eso significó un alto grado de dificultad. Logramos tener éxito en todos los trabajos. Se logró el 100% de los objetivos que se había planificado, como la impermeabilización de estas fugas del embalse, revestimiento de túneles, se construyeron otros túneles para drenaje con el fin de proteger la sala de máquinas, se instaló nueva instrumentalización y se tuvo éxito en cada una de las etapas del proceso”.
El proyecto lo hizo la empresa italiana Astaldi.
Originalmente el costo de las reparaciones era de $32 millones (L768 millones), pero debido a complicaciones por la gran cantidad de exudaciones se tuvo que invertir $6 millones más (unos L144 millones).
O sea, que en total, el sellado en la represa El Cajón tuvo un costo de $38 millones (unos L912 millones).
Actualización y mejora
Sergio Monroy, jefe de operaciones de la represa hidroeléctrica Francisco Morazán, manifestó que se están haciendo gestiones para mejorar los sistemas de la obra y ampliar la capacidad de producción energética.
“Nuestra planta es completamente automatizada, solo que con tecnología de finales de los años 70.
Por eso necesitamos modernizar ya los sistemas y se está gestionando el dinero para hacer los cambios necesarios y contar con la mejor tecnología”.
Otro de los grandes proyectos que ya se visualiza en El Cajón es la instalación de una quinta turbina.
“En la medida que veamos cómo se va comportando la matriz de generación de energía eléctrica a El Cajón se le podría instalar una o dos unidades más para poder entregar más potencia al sistema”, dijo.
El jefe de operaciones de la represa agregó que: “Tenemos un método de mantenimiento preventivo, combinado con predictivo y proactivo, de manera que nos adelantamos a las fallas. Es uno de los objetivos principales”.
Nivel de embalse
La represa El Cajón puede operar con un embalse entre 220 mínimo y 290 máximo, aunque 285 es lo estipulado para evitar inundaciones. Actualmente el nivel de embalse está en 272 metros.
“El nominal de las máquinas es 265, como estamos arriba eso da más rendimiento y generación”. Monroy aseguró que se está teniendo una producción energética óptima.
“Como el año pasado el aporte de agua al embalse fue muy bueno estamos generando energía las 24 horas al día”, expresó.
