San Pedro Sula, Honduras.
Con la notificación por escrito de su despido fueron recibidos ayer en horas de la mañana más de 700 empleados de la Unidad de Desechos Sólidos de la Municipalidad cuando se presentaron a laborar.
Molestos y pidiendo explicaciones, así permaneció ayer el nutrido grupo de los que se convirtieron en exempleados afuera de las oficinas de Desechos Sólidos.
“No nos han dejado entrar a las oficinas, existe gran presencia de vigilantes que obstaculizan el paso para hablar con el ingeniero Alberto Marín que es la persona que tomó la decisión”, dijo uno de los trabajadores.
En la notificación de los despidos por escrito explican que el Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo emitió el 25 de enero de 2005 sentencia en donde se condenó a la Municipalidad de San Pedro Sula a reconocer el derecho para el otorgamiento del contrato de los servicios de limpieza vial, recolección, transporte y tratamiento de los desechos sólidos a la empresa Sulambiente.
En dos enunciados siguientes se explica el seguimiento legal que ha tenido el contrato entre la Municipalidad y Sulambiente.
En el cuarto detalla que “debido a la obligación contractual que la Municipalidad de San Pedro Sula tiene por ley, esta debe dar traslado a las operaciones de prestación de servicios de manejo de residuos sólidos urbanos y de limpieza vial a la empresa contratada Sulambiente clausurando las unidades municipales que anteriormente prestaban estos servicios. En la notificación también se le instruye al personal que debe realizar el respectivo trámite para su pago.
“Sin ningún preaviso a nosotros como sindicato hicieron efectivo el despido. Aquí hay compañeras embarazadas, discapacitados, personas humildes”, manifestó Rolando Salinas, directivo del sindicato de los empleados de la Municipalidad.
Juana Paula Hernández compartió que tiene 23 años de limpiar calles, empleo con el que ha logrado sacar adelante a sus seis hijos.
“Yo vine a trabajar a las siete de la mañana y nos dijeron que nos habían botado a todos. Fue una sorpresa”, contó.
Con la notificación por escrito de su despido fueron recibidos ayer en horas de la mañana más de 700 empleados de la Unidad de Desechos Sólidos de la Municipalidad cuando se presentaron a laborar.
Molestos y pidiendo explicaciones, así permaneció ayer el nutrido grupo de los que se convirtieron en exempleados afuera de las oficinas de Desechos Sólidos.
“No nos han dejado entrar a las oficinas, existe gran presencia de vigilantes que obstaculizan el paso para hablar con el ingeniero Alberto Marín que es la persona que tomó la decisión”, dijo uno de los trabajadores.
En la notificación de los despidos por escrito explican que el Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo emitió el 25 de enero de 2005 sentencia en donde se condenó a la Municipalidad de San Pedro Sula a reconocer el derecho para el otorgamiento del contrato de los servicios de limpieza vial, recolección, transporte y tratamiento de los desechos sólidos a la empresa Sulambiente.
En dos enunciados siguientes se explica el seguimiento legal que ha tenido el contrato entre la Municipalidad y Sulambiente.
En el cuarto detalla que “debido a la obligación contractual que la Municipalidad de San Pedro Sula tiene por ley, esta debe dar traslado a las operaciones de prestación de servicios de manejo de residuos sólidos urbanos y de limpieza vial a la empresa contratada Sulambiente clausurando las unidades municipales que anteriormente prestaban estos servicios. En la notificación también se le instruye al personal que debe realizar el respectivo trámite para su pago.
“Sin ningún preaviso a nosotros como sindicato hicieron efectivo el despido. Aquí hay compañeras embarazadas, discapacitados, personas humildes”, manifestó Rolando Salinas, directivo del sindicato de los empleados de la Municipalidad.
Juana Paula Hernández compartió que tiene 23 años de limpiar calles, empleo con el que ha logrado sacar adelante a sus seis hijos.
“Yo vine a trabajar a las siete de la mañana y nos dijeron que nos habían botado a todos. Fue una sorpresa”, contó.
