Visiblemente emocionado reaccionó el exalcalde sampedrano Óscar Kilgore tras la sentencia que lo absuelve de los cargos de enriquecimiento ilícito por el que pasó dos años y medio tras las rejas.
“Han hecho de mí una fiesta durante once años, pero yo siempre tuve le fe en el Señor de que un día surgiría la justicia”, dijo Kilgore entre sus primeras declaraciones tras recuperar su libertad.
El exalcalde dijo sentirse feliz por el fallo judicial y lo que sigue para él ahora es tratar de reconstruir su vida luego su estancia de dos años y medio de prisión.
La Fiscalía había acusado al exalcalde de enriqucerse con más de cinco millones de lempiras durante su período al frente de la alcaldía entre los años 2002 y 2006.
Aunque previamente había sido condenado a tres años de cárcel por el cargo de abuso de autoridad, esta pena le fue conmutada por medidas sustitutivas distintas de la prisión.
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Para él, lo más importante es que con la sentencia absolutoria se rescata su honorabilidad y se limpia su nombre, manchado a raíz de la acusación. “Es una herencia que estaba manchada y ahora queda limpia porque el (n)ombre no se apropió del dinero del pueblo y por lo tanto tenemos la capacidad de salir con la frente en alto”, declaró Kilgore a periodistas.
El exalcalde declaró su esperanza de que con este fallo llegue a su fin la “persecución” política que, considera, ha estado detrás de todas las acciones legales en su contra.
Kilgore espera salir este mismo día de la cárcel. “Estar preso es una lección. En primer lugar sirve para conocer al ser humano; en segundo lugar para saber quiénes son tus amigos; en tercer lugar, para conocer lo que afuera no valora uno. Hay tantas cosas buenas en la vida que uno no valora y que estando estando preso uno les da un valor inmenso”, reflexionó.
