25/04/2024
10:31 PM

Lluvias y falta de cortadores tienen en crisis a cafetaleros

Se requieren con urgencia más de 700,000 cortadores a nivel nacional, sobre todo en las fincas de Copán, Ocotepeque, Comayagua, Lempira, El Paraíso, Santa Bárbara y La Paz

    Santa Bárbara, Honduras

    Las fuertes lluvias, los bajos precios y la falta de cortadores, problema que persiste desde el año anterior, están causado pérdidas millonarias al sector cafetalero hondureño en la cosecha 2017-2018, que arrancó en octubre pasado.

    Un equipo de Diario LA PRENSA hizo un recorrido por las fincas de San Luis, Santa Bárbara, y pudo constatar la emergencia que viven los caficultores de esa zona.

    Al entrar a los cafetales se observan “alfombras” de granos podridos que por las fuertes lluvias cayeron al suelo; y otros tantos que se están desprendiendo por sobremaduración, ante la falta de personal que lo recolecte.

    En las fincas es muy común ver a los pocos jornaleros que trabajan levantando del lodo el grano que aún está en condiciones aceptables, en un intento por tratar de minimizar las pérdidas.

    En las fincas de San Luis, Santa Bárbara, se observan decenas de granos en el suelo, y otros ya podridos en las ramas.

    Afectados

    Neptaly Perdomo, productor desde hace ocho años, contó con frustración que en las 15 manzanas de café que tiene en producción registra daños económicos superiores al 30% del total de lo que percibiría esta cosecha.

    “Es triste ver que la mayor parte del café está en el suelo o en las ramas podrido. Cada grano representa dinero para nosotros”, dijo con desánimo.

    Por las constantes lluvias, que amenazan con continuar esta semana, la crisis se agudizó porque tuvieron que detener las labores de recolección durante al menos 10 días.

    “Las fuertes tormentas aceleraron la maduración del grano y provocaron que se cayera el 60% de mi cosecha. En total calculo que he perdido unos 80 quintales (alrededor de 120,000 lempiras)”, detalló.

    Para este cafetalero, las pérdidas son tan graves que hasta está considerando emigrar a otro cultivo, y, además, teme que tendrá que vender un carro para poder cubrir los compromisos económicos adquiridos para este año.

    “Habrá que vender un carro y otras cosas para poder cubrir las deudas”, lamentó.

    Roberto Castellanos, dueño de una pequeña parcela, contó que aunque necesita 15 empleados para recoger la cosecha solo logró encontrar dos cortadores.

    Castellanos aseguró que si las lluvias y la falta de personal continúan, cortará toda la finca porque mantenerla representa seguir invirtiendo en ella sin obtener ganancias.

    Precio de la carga de café en el mercado nacional oscila entre 2,900 a 3,000 lempiras, según cafetaleros.

    Se pierde calidad

    Elder Rivera, gerente de Beneficio Azacualpa, de esa localidad, dijo que en esta cosecha la calidad del grano ha desmejorado. “Las lluvias y no poder cortar el grano a tiempo ha causado que este se pase de su punto de maduración, perdiendo calidad”, aseguró.

    Los cafetaleros están recibiendo un 5% menos del precio promedio por quintal por la baja calidad del aromático.

    Rivera contó que en los últimos días, más del 90% de café que recibió estaba en estado de sobremaduración.

    Mano de obra

    Miguel Pon, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh), explicó que la escasez de mano de obra ha sido un problema recurrente; pero este año se agudizó.

    El exportador estima que a nivel nacional se requieren entre 500,000 a 700,000 cortadores, número que aumenta según se acelera la maduración del grano.

    Los departamentos, en este momento, más afectados por la ausencia de trabajadores son Copán, Ocotepeque, Lempira, El Paraíso, Comayagua, Santa Bárbara y La Paz, aseguró Omar Fúnez, gerente técnico del Instituto Hondureño de Café (Ihcafé).

    “Algunos productores se han tenido que movilizar hasta el sur del país y comunidades cercanas de Guatemala y Nicaragua a traer trabajadores”, detalló.

    Para Fúnez, una de las causas de la falta de jornaleros es el incremento de la cosecha. “La producción de este ciclo se triplicó con relación a los últimos diez años. Además, los bajos precios en el mercado exterior vuelven difícil pagar más de 40 lempiras por lata cortada.

    Otros factores que están afectado son la crisis política que atraviesa el país y la emigración de los jóvenes del campo a Estados Unidos”.

    El sector espera que estos problemas no reduzcan el volumen de exportación, proyectado para este ciclo en 10 millones de quintales.