14/04/2024
07:39 PM

Las MS tienen más capacidad de organización que las de 'varrio 18'

  • 04 julio 2017 /

Gastaron alrededor de 30,000 lempiras en la segunda manifestación dutante junio en San Pedro Sula para exigirle al Gobierno que flexibilice las medidas en las cárceles.

San Pedro Sula, Honduras

Más de 100 mujeres vinculadas (por consanguinidad y por afinidad) a los cabecillas de la MS-13 demostraron en el último mes que tienen una capacidad de organización y convocatoria que podría ser envidiada por cualquier colectivo social.

De manera sorpresiva, el miércoles 7 de junio, estas mujeres aparecieron en el centro de San Pedro Sula para solicitarle al Gobierno que flexibilice las medidas que mantiene en las cárceles de máxima seguridad de El Pozo y La Tolva.

1,079 mareros de la 18
En las dos cárceles de máxima seguridad se encuentran recluidos reos de alta peligrosidad, la mayor parte pertenece a Varrio 18. Cada uno de ellos tiene vínculos al menos con tres mujeres: una madre, una hermana y una compañera sentimental.
En El Pozo se encuentran recluidos más de 100 integrantes de la MS-13 y más de 500 de Varrio 18 (integrantes utilizan la V en lugar de la B porque es parte de la simbología de identificación en su lenguaje mímico); pero solo las mujeres de la también llamada Salvatrucha se atreven a salir públicamente a criticar al Gobierno porque no les permite introducir alimentos, medicamentos y entrar, con cierto grado de libertinaje, como lo hacían en el presidio de San Pedro Sula.

Antes de marzo, cuando los miembros de la MS-13 se encontraban recluidos en el presidio sampedrano, estas mujeres los visitaban varias veces a la semana, dormían con ellos y hasta les introducían electrodomésticos, como si ellos vivieran en sus casas. A excepción de las mujeres relacionadas con Varrio 18, las madres, hermanas, esposas o novias de los MS-13 y de reclusos de máxima peligrosidad presos en El Pozo han formado un grupo que lo han bautizado con el nombre de Asociación de Servicios Comunitarios (Asercom).

El lunes 26 de junio, estas mujeres, ya organizadas en Asercom, volvieron a la escena pública y todas uniformadas con camisetas blancas como si se tratara de una organización que exige la paz en la sociedad. Las parientes de los MS-13 vestían esa camiseta blanca que llevaba impreso un versículo bíblico en la espalda y el rótulo Mujeres de fe en la parte frontal.

Unas 1,500 mujeres están relacionadas con miembros de la MS-13 recluidos en las dos cárceles de máxima seguridad.

Unas 1,500 mujeres están relacionadas con miembros de la MS-13 recluidos en las dos cárceles de máxima seguridad. Una parte de ellas (fotos) efectuaron manifestaciones contra el Gobierno en el parque central de San Pedro Sula.
Todas ellas se encontraron en la mañana en el Monumento a la Madre y desde ese punto comenzaron a caminar por las calles hasta llegar al parque central. A las doce del mediodía soltaron unos globos blancos.

Alrededor de las 12:30 pm, un carro les llevó más de 100 platos de comida que una coordinadora entregó, de manera ordenada, a cada miembro de Asercom.
Una de las mujeres que participó en ese mitin reveló que la actividad les costó unos L30,000 (más de $1,200) porque compraron camisetas a las cuales les imprimieron rótulos en ambos lados, adquirieron globos y sufragaron el gasto del transporte y alimentación.

473 mareros de la MS-13
Según cifras de la Secretaría de Seguridad, en las dos cárceles purgan penas cerca de 500 reos de la MS-13. Igual que en la 18, se considera que cada integrante tiene relación con al menos tres mujeres.
Muchas de ellas, en conversaciones off the record, dijeron que eran las mujeres de hombres de la MS-13, acusados de asociación ilícita, asesinato, extorsión y portación ilegal de armas.

A pesar de que ellas reconocen que sus maridos integran organizaciones criminales, que tienen un impacto negativo en la sociedad, citan en sus manifestaciones el versículo bíblico (Mateo 25:36) que reza: “Estaba desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y vinisteis a mí”.

Aunque no hayan cometido delitos por el momento, las autoridades de la FNA consideran que estas mujeres, por tener nexos con cabecillas recluidos, forman parte directa de la MS-13, la cual es calificada como una organización criminal internacional.

Autoridades tienen conocimiento de que muchas de estas mujeres se convierten en colaboradoras de la organización porque proveen información y se vuelven cómplices de los delitos ejecutados por sus maridos.