18/04/2024
12:45 PM

El 68% de los suicidios en Honduras son por amor

Expertos instan a que el tema no sea tabú, pues hablar de las consecuencias de suicidarse evita que muchos lo intenten.

    San Pedro Sula, Honduras.

    El suicidio es una acción que va contra el instinto natural de supervivencia que tienen los seres vivos, sin embargo, es un problema que está muy latente en Honduras.

    Aunque en la mayoría de estos casos es difícil confirmar las causas, aproximadamente el 68% de los suicidios son por conflictos pasionales, un 16% por conflictos familiares, 11% por problemas financieros y el 5% restante por otras causas.

    Según el Observatorio Nacional de la Violencia, en el país se han quitado la vida 3,577 personas en los últimos 13 años.

    Acción
    Si alguien confiesa tener pensamientos suicidas debe ser sometido a tratamiento profesional.
    Francisco Morazán, con gran diferencia, es el departamento en el que más casos de suicidio ocurren en el país.

    De 2008 a la fecha, en este departamento se han registrado 735 suicidios. Cortés es el segundo lugar en el que se registran más casos de personas que se quitan la vida, con 426 casos, desde 2008 a la fecha.

    Perspectiva

    Según el psiquiatra Javier Uclés, es importante que la gente entienda que quitarse la vida no resuelve las dificultades.

    “El suicidio no es una solución, no deja ningún mensaje positivo ni ayuda a nadie, solo es una complicación aún mayor de las cosas, tanto para la persona que muere como para los seres queridos, a quienes deja un dolor y trauma de por vida, en algunos casos”, declaró.

    El experto explicó que pueden haber razones alrededor de la persona cuando el pensamiento suicida es motivado por algo que le ha pasado, o dentro de ella, cuando su impulso obedece a trastornos u otras causas.“La mayoría de suicidios se pueden evitar. Es importante ser compresivo con alguien que tiene ideas de quitarse la vida, y darle tratamiento profesional es vital”, manifestó Uclés.

    Trauma por accidentes
    Personas que han perdido un miembro de su cuerpo pueden sufrir depresiones y deben recibir ayuda profesional, pues algunos son propensos al suicidio.
    El psiquiatra detalló que cuando una persona llega a ese punto se debe poner bajo vigilancia y en tratamiento.

    “Las personas que ya han intentado alguna vez suicidarse entran en el grupo de alto riesgo, pues pueden volver a hacerlo”, declaró. Agregó que la idea severa de suicidio es una emergencia psiquiátrica-médica.

    “Desde el punto de vista profesional puedo decir que los valores morales y la religión ayudan a evitar los pensamientos suicidas. Eso está establecido incluso en libros de psiquiatría.

    Medidas

    Por su parte, Magdalena Turcios, máster en Psicología Familiar, indicó que hay que estar atentos a los posibles signos de una persona con pensamientos suicidas.

    “En el caso de los padres, se debe crear el hábito de la observación de los hijos. Saber cuándo están felices, tristes o enojados permite detectar cambios sutiles en su conducta o estado de ánimo. Esto será una herramienta valiosa para saber cuándo hay un verdadero problema en ellos”, declaró.

    Datos
    1. Enfermedades terminales
    Además de los tratamientos médicos, la gente con enfermedad terminal debe recibir apoyo psicológico, pues algunos son propensos a pensar en el suicidio.
    2. Otro peligro de las adicciones
    La gente con adicciones a drogas puede tener tendencias suicidas, por eso deben estar bajo vigilancia.
    Incluso, algo tan simple como los colores que usan puede decir mucho de una persona.

    “En los jóvenes los colores negro, gris, rojo significan oscuridad y peligro. Si hay una tendencia hacia ellos, puede haber indicios de depresión”.

    Arrepentida

    Una adolescente de 17 años que intentó quitarse la vida contó parte de su historia con la intención de que otros no traten de tomar una decisión de tal magnitud.

    “El año pasado supe que estaba embarazada y solo pensé en que mi mamá no me iba a perdonar. Solo se me ocurrió matarme por el gran problema que tenía, pero el día que agarré valor para hacerlo una tía me halló en el baño porque no cerré la puerta y me detuvo. Cuando me preguntó por qué lo iba a hacer empecé a llorar y le confesé todo. Ella le dijo a mi mamá lo que había pasado”, contó vía teléfono la menor de edad.

    Menos de tres minutos después de empezar a relatar su vivencia, la adolescente se quebrantó y prefirió cortar la comunicación.

    “Ya no quiero hablar de eso. Sigo en tratamiento. Solo sé que para nada me iba a matar porque mi familia me apoya y quieren a mi niño”, expresó con tono entrecortado y terminó con la llamada.

    Según datos del Observatorio de la Violencia, 2009 fue el año en que hubo mayor cantidad de suicidios en el país, con 422 casos. En 2010 hubo 324 personas que se quitaron la vida, en 2011 se registraron 316, en 2012 se contabilizaron 322 y en 2013 la cifra fue de 282.

    En 2014, unas 261 se quitaron la vida, en 2015 fueron 330 los suicidios y en los primeros seis meses del año pasado ya se habían suicidado 152 personas en Honduras.