26/04/2024
12:56 AM

En 5 años serán recuperadas 500 mil hectáreas de bosque

El Gobierno, con apoyo internacional, restaurará una parte, otra podría regenerarse de manera natural si se mantiene libre de incendios.

    San Pedro Sula, Honduras.

    Los hondureños tendrán que esperar por lo menos cinco años para volver a observar un bosque espeso y verde, como lo tenían hasta antes de que el gorgojo descortezador arrasara varios millones de árboles de pino.

    Entre 2015 y 2016 fue el peor momento del bosque en toda la historia, el Dendroctonus frontalis afectó unas 500 mil hectáreas de pino, de acuerdo con el último recuento de la Comisión Presidencial del Cambio Climático en Honduras, que promueve un plan para recuperar las áreas dañadas.

    El gorgojo descortezador es una plaga que siempre ha estado latente en los bosques de pino, pero, en años recién pasados, atacó masivamente en los cuatro puntos cardinales porque las autoridades descuidaron el monitoreo, la detección y el control.

    Marlon Escoto, nombrado a finales de marzo como comisionado presidencial del cambio climático, le dijo a LA PRENSA que “Honduras perdió alrededor de medio millón de hectáreas de bosque de pino y podría tardar entre cuatro y cinco años en recuperarlas si mantiene una inversión en la restauración”.

    Hasta ahora, el Gobierno no ha cuantificado la inversión que necesitará para recuperar el área afectada, sin embargo, en las próximas semanas el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Instituto de Conservación Forestal (ICF) y una empresa consultora “realizarán una prueba piloto” para proyectar los recursos.

    En este momento “hay un proyecto financiado por el BID, por 25 millones de dólares, que, entre otras cosas, apunta a restaurar 34 mil hectáreas. No todo ese dinero es para restaurar zonas afectadas”, dijo Escoto. Posteriormente, el Gobierno, con el apoyo del BID, desarrollará una propuesta con el fin de acceder a recursos económicos internacionales que le permitirían recuperar cien mil hectáreas.

    Las zonas más afectadas por el Dendroctonus frontalis se sitúan en Yoro, Olancho, Francisco Morazán y en menor intensidad en otros departamentos.

    Escoto explicó que una parte del bosque será regenerada con la intervención económica del Gobierno y otra podría recuperarse de manera natural siempre y cuando no sea objeto de incendios.

    La devastación de los bosques por causas naturales y por malas prácticas del hombre incide directamente en las poblaciones urbanas del país, pues, en los períodos de pocas lluvias, registran escasez de agua.

    “Cuando se pierde la cobertura vegetal, el bosque, y hay lluvias, el agua no se infiltra y va directamente a los ríos (...). Las lluvias no se aprovechan porque el suelo no tiene capacidad de infiltración para, luego, estar liberando el agua en épocas secas”, explicó.

    En las últimas semanas Escoto ha recorrido el país con el objetivo de socializar el Plan Maestro de Agua, Suelo y Bosque que, una vez concertado con los hondureños, será la herramienta que el Ejecutivo utilizará para tomar decisiones en estas tres áreas.

    Tras observar la severidad de la sequía en el corredor seco y los estragos causados por el gorgojo descortezador, el año anterior, el presidente Juan Orlando Hernández le solicitó a expertos de universidades hondureñas que presentaran un plan maestro que proponga el uso adecuado del suelo y garantice la existencia del agua.