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La Portuaria alcanza utilidades que rondan los L327 millones

  • 05 febrero 2017 /

El incremento en comparación con 2015 fue superior a los 252 millones de lempiras. Las cifras cambiaron con la concesión.

    Tegucigalpa, Honduras.

    La Empresa Nacional Portuaria (ENP) reflejó en su balance general cifras positivas por segundo año consecutivo.

    La utilidad neta registrada en 2016 alcanzó 327.8 millones de lempiras, superior que los 75.3 millones de 2015.

    Ese incremento fue de 252.5 millones de lempiras y 335.2 puntos porcentuales.

    En 2014, la ENP cerró con 26 millones de lempiras en pérdidas.

    Un análisis de la Dirección General de Instituciones Descentralizadas (DGID) de la Secretaría de Finanzas (Sefin) revela que esos resultados se justifican por varias razones: el incremento que experimentaron sus ingresos operativos y el ahorro generado por finalizar el pago en concepto de rayos gamma.

    A lo anterior se suma la disminución de gastos de personal por la reestructuración del recurso humano, al reducirse el número de 313 plazas.

    No obstante, el factor que más ha contribuido a la recuperación financiera de la Portuaria es la concesión de los muelles de contenedores y de graneles, los que están a cargo de la Operadora Portuaria Centroamericana (OPC) y Puertos Marítimos de Honduras (PMH).

    La OPC, a tres años de haber tomado las riendas de esa terminal ha invertido $75 millones.

    Con la nueva infraestructura, la terminal de graneles ha multiplicado la capacidad instalada para atender más barcos de mayor calado y registrar un volumen de carga superior.

    Hace tres años recibía entre 72 y 80 embarcaciones que, por ser pequeñas, transportaban entre 8,000 a 15,000 toneladas. Entre todos desembarcaban un millón de toneladas. Ahora, en 2017, solo 36 buques (grandes) descargan igual cantidad.

    De las empresas de la administración pública centralizada es la segunda, con Hondutel, que se ha recuperado financieramente. Otras como la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) y el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa) continúan registrando cifras negativas en sus balances.