Tecún Umán, Guatemala.
Ovidio Yánez, un hondureño que ahora vive legalmente en México, mataba tiempo en el parque central de esta ciudad mientras llegaba una amiga de Choloma, Cortés, que tenía como destino Estados Unidos.
Un día antes de que Trump tomara el poder en Estados Unidos, Yánez, de 52 años, tenía previsto recibir a su amiga en la terminal de buses y luego la trasladaría a territorio mexicano por un punto ciego del río Suchiate.
“Hay que aprovechar ahorita. El río está pachito y uno puede pasar caminando. Nosotros vamos a pasar en la madrugada”, expresó.
Hace varios años, este hondureño intentó viajar a Estados Unidos, pero las autoridades migratorias de México le truncaron su sueño.
Lo detuvieron cuando estaba a punto de llegar a la frontera y lo deportaron a Honduras. Sin embargo, no se dio por vencido. Intentó una segunda vez y optó por quedarse a vivir en una ciudad del sur de ese país.
“Me detuvieron en Monterrey y me deportaron. Después regresé y me legalicé. Ahora vivo en México”, dijo.
Este catracho, que por algún tiempo residió en Choloma, decidió viajar hacia el norte porque, según él, encontraría mejores condiciones de vida.
“En Honduras es más dificil vivir, hay más violencia. Aquí hay más oportunidades”, comentó mientras caminaba por las calles céntricas de Tecún Umán y conversaba con periodistas de LA PRENSA.
Al igual que otros emigrantes hondureños consultados por LA PRENSA, Yánez es del criterio que el ingreso a Estados Unidos se volverá más difícil una vez que construyan el muro.
“El nuevo presidente de EUA no quiere a los emigrantes, y como sea, dicen, va a construir ese muro. Todo se pondrá peor”, expresó.
Ovidio Yánez, un hondureño que ahora vive legalmente en México, mataba tiempo en el parque central de esta ciudad mientras llegaba una amiga de Choloma, Cortés, que tenía como destino Estados Unidos.
Un día antes de que Trump tomara el poder en Estados Unidos, Yánez, de 52 años, tenía previsto recibir a su amiga en la terminal de buses y luego la trasladaría a territorio mexicano por un punto ciego del río Suchiate.
“Hay que aprovechar ahorita. El río está pachito y uno puede pasar caminando. Nosotros vamos a pasar en la madrugada”, expresó.
Hace varios años, este hondureño intentó viajar a Estados Unidos, pero las autoridades migratorias de México le truncaron su sueño.
Lo detuvieron cuando estaba a punto de llegar a la frontera y lo deportaron a Honduras. Sin embargo, no se dio por vencido. Intentó una segunda vez y optó por quedarse a vivir en una ciudad del sur de ese país.
“Me detuvieron en Monterrey y me deportaron. Después regresé y me legalicé. Ahora vivo en México”, dijo.
Este catracho, que por algún tiempo residió en Choloma, decidió viajar hacia el norte porque, según él, encontraría mejores condiciones de vida.
“En Honduras es más dificil vivir, hay más violencia. Aquí hay más oportunidades”, comentó mientras caminaba por las calles céntricas de Tecún Umán y conversaba con periodistas de LA PRENSA.
Al igual que otros emigrantes hondureños consultados por LA PRENSA, Yánez es del criterio que el ingreso a Estados Unidos se volverá más difícil una vez que construyan el muro.
“El nuevo presidente de EUA no quiere a los emigrantes, y como sea, dicen, va a construir ese muro. Todo se pondrá peor”, expresó.
