04/05/2024
11:51 AM

Extorsionadores le matan al hermano y la obligan a emigrar

Dejó abandonada la casa y una pequeña finca de café en la zona del Lago de Yojoa. Piensa solicitar refugio a las autoridades de Estados Unidos una vez que esté adentro.

    Tecún Umán, Guatemala.

    En el justo momento que Donald Trump juraba en Washington como el 45 presidente de Estados Unidos, Leonor Rivera y sus dos hijos comenzaron la travesía en el sur de México para llegar “lo antes posible” a la tierra del Tío Sam. El miércoles pasado, cuando la terminal de buses de Tecún Umán se había quedado casi desolada, ella bajó de un bus amarillo que llegó a las 8:30 pm procedente de la costa norte de Honduras.

    Rivera, de 42 años, salió del bus cargando solamente una maleta blanca, que contenía un par de blusas y jeans, y detrás de ella caminaban sus dos hijos, uno de 9 y otro de 14, con una mochila verde.

    Ella y sus dos hijos intentaban mostrarse serenos; sin embargo, estaban aterrados, expulsados por el miedo que les causó el asesinato de un pariente y las amenazas de delincuentes que operan en una zona del Lago de Yojoa.



    Rivera y sus dos hijos emprendieron el obligado viaje después de abandonar la casa y una finca de café de dos manzanas por temor de ser las próximas víctimas de los delincuentes.

    “Nos fuimos de la casa y estuvimos viviendo en otra ciudad durante dos meses. No hemos vuelto a la casa por miedo, nos fuimos huyendo. Mi hermano organizó un patronato para cuidar a la comunidad, por eso lo mataron”, relató a periodistas de LA PRENSA que la entrevistaron en la terminal de Tecún Umán. Debido a que algunos delincuentes estaban presionando a algunos habitantes de la comunidad a pagar una cuota a cambio de darles seguridad, Selvin Avelardo Rivera, hermano de Leonor, integró un patronato para hacerle frente a los cobros; no obstante, esta acción la pagó con su vida.

    Leonor Rivera abriga las esperanzas de ingresar a ese país antes de que concluya el mes y espera que las autoridades le otorguen refugio.
    “A él lo mataron por eso, porque se estaba oponiendo a los cobros. Esa gente nos estaba cobrando extorsión”, dijo.

    Al llegar a Tecún Umán, un hombre trigueño, de complexión delgada y que ella no conocía, la recibió y la llevó a un lugar de la ciudad a dormir para, al día siguiente, iniciar el viaje a EUA a través del río Suchiate.

    El hombre que llegó por ella y sus hijos se encarga de trasladar a emigrantes desde la frontera de Guatemala y México hasta EUA a cambio de una determinada cantidad de dinero.

    Los familiares de la hondureña pagaron alrededor de 5,000 dólares y, con esa suma, asumen que garantizan que los tres ingresarán de manera segura a EUA. Una vez adentro, Rivera presentará una solicitud para que el Gobierno de EUA les dé refugio en vista de que ella es una desplazada por la violencia. Ella comentó que no quería dejar Honduras, pero tomó la decisión para asegurar la vida de sus hijos y aprovechar que “todavía se puede pasar”. “Con ese muro de Trump, nadie podrá pasar después”, manifestó la mujer de tez trigueña.

    En el bus que usó esta familia también viajaron a Tecún Umán otros cinco emigrantes hondureños.