La gran labor que desde hace 25 años realiza la fundación Amigos para siempre (APS) se ha visto reflejada en los más de 16 mil niños y jóvenes beneficiados.
Desde su creación en 1991, una constante ha sido la carencia de recursos, sin embargo lucha contra las limitantes con el apoyo de organismos y empresas amigas.
En un principio la meta era atender una población de 50 niños en riesgo social, pero el centro recibe más de 323 menores al día, sumados a los cerca de 5,000 que reciben apoyo económico para la continuación de sus estudios.
“Nuestros mayor reto ha sido la sostenibilidad del proyecto, ya que casi la totalidad de los fondos provienen de la Asociación de Padres Paulinos y ellos tienen otros programas que tienen que sacar adelante”, manifestó Guadalupe Mejía, directora de APS.
Informó que todos los días dan desayuno y merienda a los menores, lo que representa una inversión de L14,000 diarios.
Mejía agregó que muy pocas veces hacen actividades para la captación de fondos, pues están regidos bajo estrictas políticas sociales.
Los menores llegan en dos horarios; matutino y vespertino, luego regresan a sus hogares tras haber recibido capacitaciones en valores y convivencia.
“Hace ocho años que no tenemos aporte por parte del Gobierno. Hace unos 20 días la Secretaría de Gobernación nos dio una aportación”, dijo.
Amigos para siempre ha logrado obtener credibilidad con algunos donantes locales e internacionales, que representan el 10% de los recursos.
Banco de Alimentos Honduras es uno de los cooperantes estratégicos de APS, que con sus donaciones se convierten en una esperanza para los niños y niñas en situaciones vulnerables. “Ayudamos con lo que podemos, sabemos que tal vez no sea lo suficiente, pero la voluntad de ayudar genera cambios en la vida”, expresó Marcela Flores, gerente general de Banco de Alimentos. Promotores de la fundación aseguran que los obstáculos no los detendrán y seguirán atendiendo a los menores de zonas vulnerables. APS está ubicada en la 7 y 8 calle, 13 y 14 avenida del barrio Sunseri.
