Tegucigalpa, Honduras
“Lo único que no me gusta del hospital es la sala de operaciones”, relató Kevin Santos (de 19 años), originario de Catacamas, Olancho, quien lleva más de un mes interno en el Hospital Escuela Universitario (HEU) luego que un policía le disparara porque no se quiso parar en un retén.
La historia del principal centro asistencial del país ha cambiado. Hace cinco años, la frialdad no solo era parte del vetusto edificio, sino también de su personal. Ahora, los pacientes son testigos de los cambios.
“El techo de la sala de operaciones es terrible, pero mire aquí que bien estoy. Me tratan muy bien, hay medicinas, no hemos comprado una tan sola, y las enfermeras nos tratan muy bien. Hay agua caliente, nos traen los alimentos sin falta y quién iba a decir que este es el Hospital Escuela”, señaló el joven acompañado de su madre.
Junto a Kevin yace un señor instalado con un respirador artificial. Según sus vecinos, fue golpeado por una pandilla y ahora está recuperándose, aunque no está consiente. Hace cinco años obtener un respirador artificial en el HEU era imposible. O se alquilaba o se tenía un golpe de suerte para que el paciente ingresara a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
| Paciente trasladado en camilla en el HEU.
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Según reportes oficiales, el HEU atiende al 60% de la población. Cubre la zona central, sur y oriente y es uno de los hospitales de referencia en Honduras junto con el Mario Catarino Rivas en el norte del país.
Desde hace cuatro años el Estado de Honduras entregó la operatividad en medicina y administrativa del Hospital a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah). Los cambios ya se notan a corto plazo, y eso que el convenio dura 15 años.
Las citas.
“Me dieron una cita con el neurólogo hasta junio de 2017. Creo que mi hijo no está tan delicado porque si no me hubieran dado la cita más cerca. La atención ha cambiado y las enfermeras ya no andan de mal humor.
Lo que sí me preocupa son las medicinas, el doctor me dijo que no se las diera a mi hijo porque le pueden hacer daño al estómago. No entiendo por qué las recetan entonces”, explicó Dora Martínez, oriunda de la capital.
Lo contrario le sucedió a Marta Domínguez, la que desde hace un mes busca cita para su suegra. “Me toca venir desde Yuscarán, El Paraíso, y nunca encuentro cita para mi suegra. Dicen que es que no hay cardiólogos disponibles que debemos esperar hasta el otro año”, indicó.
La coordinadora de la junta de dirección del HEU, la doctora Elsa Palao, dijo a LA PRENSA que los cambios se han ido dando paulatinamente en el hospital y que la gobernabilidad ha permitido que se trabaje sin una tan sola huelga en lo que va de la administración de la Unah.
 Fachada del principal centro asistencial público del país.
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“Las atenciones se han duplicado, necesitamos más radiólogos, casi no hay en el país. Hay reactivos en el laboratorio y la farmacia está abastecida en un 80% aproximadamente. Se ha logrado ser eficiente porque la gobernabilidad nos lo ha permitido, no hay huelgas y se paga a los empleados antes que el Estado mismo. Aquí todas las plazas son por concurso y no se le quita ninguna cuota de partido a nadie. Eso nos ha permitido salir adelante”, especificó Palao.
Aunque falta mucho por hacer, la coordinadora destacó lo que se ha logrado en cuatro años, como lasampliaciones de salas de mujeres y hombres; la aprobación de la remodelación de la sala de espera de emergencia de adultos que arranca en 2017 y ya listo el diseño para modificar la emergencia.
“Algo que debemos destacar es que en estos cuatro años del convenio llevamos 40 proceso de licitación de medicamentos sin contratiempos y sin deudas a proveedores”, dijo Palao.
