15/04/2024
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Denuncian ante Fiscalía a supuesto asesino del presidente del Muca  

  • 24 octubre 2016 /

'Vengo a presentar el documento que mi padre dejó antes de morir', dijo Fernando Flores.

Tegucigalpa, Honduras

Familires y amigos del dirigente campesino que fue asesinado la semana anterior en el Caribe de Honduras se presentaron este lunes a la sede del Ministerio Público, en Tegucigalpa, para dar el nombre del supuesto asesino (autor intelectual) y otros nombres de supuestos autores materiales.

José Ángel Flores, presidente del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (Muca), fue asesinado a tiros en una comunidad del departamento de Colón junto a otro de sus compañeros identificado como Silmer Dionisio George.

Fernando Flores, hijo del asesinado presidente del Muca, dijo que 'vengo a presentar el documento que mi padre dejó antes de morir sobre nombres de supuestos autores materiales e intelectuales'.

'Ellos (el Ministerio Público) tienen bastante información de estas personas que operan allá en el Bajo Aguán', sostuvo Flores.



Agregó que su padre les dijo que 'al momento de fallecer sacáramos este documento' y 'tenemos que cumplir para que este hecho no quede impune'.

Vitalino Álvarez, también dirigente del Muca, dijo que tienen información de 'quiénes planificaban y ejecutaban los asesinatos'.

'No solo hay muertes de campesinos, hay otras muertes vinculadas a esta misma banda que es coordinada por un paralimilitar', apuntó.

Aseguró que los integrantes de esta banda 'están ofreciendo 50 mil lempiras por mi cabeza y 50 mil lempiras por la cabeza de Jonny Rivas (otro dirigente campesino).

Los campesinos José Ángel Flores y Silmer Dionisio George tenían medidas cauteleres otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde el 8 de mayo de 2014.

Con los últimos hechos violentos suman 150 los campesinos y campesinas asesinados en el valle del Aguán desde 2009, según el Muca.

En marzo pasado también fue asesinada en Honduras la ambientalista y defensora de derechos humanos Berta Cáceres, quien se oponía a un proyecto hidroeléctrico en el occidente del país.

Cáceres, quien tenía medidas cautelares de la Cidh, fue asesinada en la ciudad de La Esperanza, departamento occidental de Intibucá, de donde era originaria.