San Pedro Sula, Honduras.
Más de 1,860 personas en tres municipios de la zona norte serán beneficiadas a través de un programa piloto de abastecimiento de agua y saneamiento.
Las comunidades apoyadas son Chinda en Santa Bárbara; El Negrito, Yoro; y San Antonio de Cortés, regiones caracterizadas por estar en zonas rurales dispersas.
“Hemos trabajo mucho la provisión de agua en el sector rural y es esto el reto más grande, porque es el sector disperso”, refiere Mirna Liévano de Marques, quien es la representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El programa se financia con $525,000 provenientes del AquaFund y $45,316 de la agencia ejecutora del programa Water for People, y prevé su cierre para febrero de 2019.
La iniciativa será ejecutada en colaboración con el Gobierno de Honduras, a través de su Instituto de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento (Idecoas).
En el AquaFund participan el BID, la Fundación PepsiCo, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Gobierno de Suiza a través de su Agencia de Cooperación al Desarrollo y su secretariado para Asuntos Económicos, y el Ministerio de Finanzas de Austria.
Mediante el programa se hará un diagnóstico de las experiencias en las diversas zonas rurales de Honduras. Estas servirán para definir modelos de intervención para el abastecimiento de agua potable y saneamiento.
“Tenemos comunidades que están muy separadas las unas de las otras y eso complica más para trabajar con ellas. La esperanza que tenemos es que poco a poco iremos recuperando esas comunidades”, refiere Luisa Barahona, una de las beneficiadas del proyecto en El Negrito.
Los resultados serán socializados a la población para compartir aprendizajes y avanzar en el acceso a un servicio seguro y sostenible de agua potable y saneamiento, considerando que 800,000 hondureños no gozan de servicios de agua mejorada.
Más de 1,860 personas en tres municipios de la zona norte serán beneficiadas a través de un programa piloto de abastecimiento de agua y saneamiento.
Las comunidades apoyadas son Chinda en Santa Bárbara; El Negrito, Yoro; y San Antonio de Cortés, regiones caracterizadas por estar en zonas rurales dispersas.
“Hemos trabajo mucho la provisión de agua en el sector rural y es esto el reto más grande, porque es el sector disperso”, refiere Mirna Liévano de Marques, quien es la representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El programa se financia con $525,000 provenientes del AquaFund y $45,316 de la agencia ejecutora del programa Water for People, y prevé su cierre para febrero de 2019.
La iniciativa será ejecutada en colaboración con el Gobierno de Honduras, a través de su Instituto de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento (Idecoas).
En el AquaFund participan el BID, la Fundación PepsiCo, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Gobierno de Suiza a través de su Agencia de Cooperación al Desarrollo y su secretariado para Asuntos Económicos, y el Ministerio de Finanzas de Austria.
Mediante el programa se hará un diagnóstico de las experiencias en las diversas zonas rurales de Honduras. Estas servirán para definir modelos de intervención para el abastecimiento de agua potable y saneamiento.
“Tenemos comunidades que están muy separadas las unas de las otras y eso complica más para trabajar con ellas. La esperanza que tenemos es que poco a poco iremos recuperando esas comunidades”, refiere Luisa Barahona, una de las beneficiadas del proyecto en El Negrito.
Los resultados serán socializados a la población para compartir aprendizajes y avanzar en el acceso a un servicio seguro y sostenible de agua potable y saneamiento, considerando que 800,000 hondureños no gozan de servicios de agua mejorada.
