Estas enfermedades amenazan la salud de los ejecutivos y la productividad empresarial.
Son reales y afectan cada vez a más personas en el mundo sin importar el trabajo que desempeñen.
Aunque el estrés laboral es un padecimiento hasta cierto punto inevitable, existen algunas estrategias para manejarlo:
1. Aprender a comunicar. Para ello, preste atención a lo que se le dice, evalúe su entorno y emplee las palabras adecuadas.
2. Desarrollar empatía. En otras palabras, póngase en los zapatos de otros.
3. Negociar. Hágalo desde una óptica de dar-dar: yo doy, tú das y los dos ganamos.
4. Decir no. Ponga en una balanza sus prioridades, capacidades y expectativas. Nunca actúe solo por complacer a los demás.
5. Tomarse un tiempo para usted. Realice ejercicios en su lugar de trabajo o destine algunos minutos para despejarse, respirar y meditar. A veces, 15 o 20 minutos son la mejor salida para liberar adrenalina.
Para mantenerse sano recuerde lo siguiente:
-De su justo valor al trabajo
-Defina prioridades
-Limite su actividad laboral al centro de trabajo
-Aprenda a fijar límites
-Organice su tiempo