La obesidad, un riesgo para desarrollar diabetes tipo 2

Se presenta por un aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos ricos en grasa y azúcares, pero pobres en nutrientes

SAN PEDRO SULA.

La obesidad es una enfermedad endocrinológica que en el mundo afecta a millones de personas, por lo que se considera una pandemia y puede llegar a producir otros males como diabetes tipo 2, hipertensión y problemas metabólicos.

Según la Organización Mundial de la Salud, (OMS), la obesidad la define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

La endocrinóloga Jamie Cardoza, del Hospital del Valle, explica que la obesidad es un síndrome en el cual el tejido adiposo, que es la célula grasa, comienza a proliferarse, “estas células emiten señales a nuestro organismo que se asocia con el desarrollo de la diabetes tipo 2, riesgo de enfermedad cardiovascular, problemas endocrinológicos, cáncer en la mujer y otros”.

Es una pandemia, la cual afecta a todos: no importa el estrato social o si se vive en países industrializados o no. Además, está afectando tanto a niños como adultos.

Indicaciones.

La obesidad se debe calcular en cada persona para establecer qué tipo de obesidad padece, ya que puede ser obesidad, obesidad I u obesidad II, dependiendo de esto se establece el tratamiento.

El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla, que se utiliza frecuentemente para identificar obesidad. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).

Cardoza indica que “en algunos pacientes se pueden usar fármacos con un plan alimenticio y ejercicio para lograr bajar de peso. Y otros deben someterse a cirugías para bajar de peso”.

Este tipo de cirugía se está realizando en el país, la cual ha tenido buenos resultados, “el objetivo de la operación es que se baje el 50% del exceso de peso corporal para dejar de ser obeso”, explica.

Cambios

Cardoza dice que para que una persona no aumente de peso debe seguir una dieta equilibrada. “Se debe ingerir cinco ingestas de alimentos al día; dos meriendas, una a media mañana y otra a media tarde, esto le permitirá llegar con menos hambre a la comida”.

“No se debe saltar ningún tiempo de alimentación, ya que esto se asocia a una obesidad y se llega a la siguiente comida con más hambre”, asegura.

Además, se debe realizar 30 minutos de ejercicio diario, el cual le ayudará a mantener el metabolismo en función y poder quemar las calorías adquiridas durante el día.

Se debe aprender a comer balanceado y equilibrado. Incluir todos los grupos de alimentos: hidratos de carbono derivados del trigo, maíz, papa y legumbres. Proteínas: huevos, carnes pollo y cerdo. Lácteos: leche, queso y yogur. Aceites naturales frutas y verduras.