Unos niveles bajos de vitamina D podrían aumentar el riesgo de muerte precoz

El riesgo no se vincula con la muerte temprana debida a causas relacionadas con el corazón

  • 29 nov 2014

Estados Unidos

Tener unos niveles bajos de vitamina D debido a la genética podría aumentar el riesgo de muerte precoz, sugiere un estudio reciente.

Pero el riesgo no se vincula con la muerte temprana debida a causas relacionadas con el corazón, añadieron los investigadores.

En el estudio, de Borge Nordestgaard, del Hospital de Herlev del Hospital de la Universidad de Copenhague, en Herlev, Dinamarca, y sus colaboradores, participaron más de 95,000 personas blancas de ascendencia danesa en Copenhague. Los participantes, que pertenecían a tres grupos distintos, tenían unas variantes genéticas que se sabe que afectan los niveles de vitamina D.

Los investigadores también tomaron en cuenta otros factores que podrían afectar a los niveles de vitamina D de los participantes, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, los niveles de actividad física, la presión arterial, los niveles de colesterol y el índice de masa corporal (una medida que ayuda a determinar si el peso de una persona es normal para su estatura).

Cuando el estudio terminó en 2013, más de 10,000 de los participantes habían muerto. La investigación, que aparece en la edición del 18 de noviembre de la revista BMJ, encontró que los niveles genéticamente bajos de vitamina D se vinculaban con la muerte temprana por todas las causas, pero no por eventos relacionados con el corazón.

Los investigadores concluyeron que la muerte por problemas relativos al corazón podría deberse a otros factores de riesgo, no a las variantes genéticas vinculadas con los niveles bajos de vitamina D. Pero los hallazgos son preliminares y se necesita más investigación, anotaron en un comunicado de prensa de la revista.

'La implicación clínica de nuestros hallazgos sigue siendo limitada, y solo se puede recomendar la generalización de los complementos de vitamina D después de que unos ensayos aleatorios de intervención muestren un beneficio', escribió el equipo de Nordestgaard.

Unos investigadores del Centro de Investigación Cardiovascular de Glasgow de la British Heart Foundation se mostraron de acuerdo, y dijeron en un editorial que acompaña al estudio que 'se necesitan más datos para confirmar estos hallazgos'. Pero, anotaron, en 2017 se comenzarán a publicar varios ensayos sobre los complementos de vitamina D.