Toda mujer que ya inició su vida sexual, debe realizarse anualmente una citología vaginal, para poder detectar en etapa temprana un cáncer de cérvix.
El ginecólogo y oncólogo José Palomo explica que el papanicolau o citología es un examen con el que se detectan células anormales en el cuello del útero, estas células pueden tener el potencial de transformarse en malignas o detectar, también, células cancerosas del cuello uterino.
El examen consiste en tomar la muestra con una espátula de madera y un pequeño cepillo con el que se toman las células de la parte más profunda del cuello uterino. “Inmediatamente realizado este procedimiento se traspasa a una placa de vidrio, la que será teñida con tinciones especiales y evaluada por el citólogo”, expresa el especialista.
Descubrimiento
El motivo del empleo de la citología es detectar esas lesiones premalignas y malignas para poner en tratamiento y solución lo antes posible.
Todas las mujeres que están o han estado sexualmente activas o que han llegado a los 18 años, deben hacerse el examen anualmente. “Algunas veces su médico le puede sugerir se lo realice más frecuentemente si se encuentra en un grupo de alto riesgo”, indica Palomo. Las mujeres mayores de 60 años también deben realizarse exámenes pélvicos y citología. Esta prueba detecta el 95% de cánceres cervicales y los detecta en etapas que pueden ser tratados y curados a tiempo.
Existen dos tipos de citologías: la convencional y la líquida, las dos requieren de extraer una muestra de la cérvix. La paciente puede decidir qué tipo de citología desea realizarse.
