Las cuatro claves para que mamá esté bella y saludable

Es importante hacerse anualmente exámenes ginecológicos y generales para identificar y tratar enfermedades

San Pedro Sula.

La madre para tener una buena salud debe seguir buenos hábitos como ingerir una dieta sana, hacer ejercicio diario, cuidados de la piel y realizarse una vez al año exámenes ginecológicos y generales.

El ginecólogo José Palomo indica que la mujer debe hacerse evaluaciones anuales ginecológicos a fin de detectar cualquier enfermedad y tratarla de forma inmediata.

Las mujeres pueden sufrir de distintas infecciones o enfermedades ginecológicas, las cuales son bastante comunes entre la población femenina y afecta de una forma más intensa a las mujeres diabéticas.

Las infecciones por hongos (candidiasis) y las infecciones bacterianas en el tracto urinario afectan a mujeres indistintamente de su edad y condición, pero tienden a aparecer con más frecuencia en las mujeres diabéticas. Debido a los altos niveles de azúcar en la vejiga y en las secreciones vaginales se crea un ambiente propicio para la proliferación de las infecciones. Es importante que la diabética tenga un buen control de su enfermedad.

De forma anual se debe hacer la citología vaginal (prueba de papanicolaou). “Su propósito es detectar cambios anormales en las células que pueden surgir por causa de cáncer de cuello uterino o antes de que se presente el cáncer”, explica Palomo.

En algunos casos se solicita que se haga una la colposcopía, un procedimiento médico en el cual se utiliza un microscopio especial llamado colposcopio para mirar adentro de la vagina y examinar detenidamente el cuello de útero.

Especiales.

La dieta de la mujer tiene que ser balanceada e incluir todos los grupos de alimentos, ya que son necesarios para un buen funcionamiento del organismo.

La nutricionista Ana Gutiérrez indica que la mujer debe ingerir omega 3. Este ácido graso apoya la salud cardiovascular, mejorando la presión arterial y contribuyendo a reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares, manteniendo los niveles de colesterol en sangre. Procure que su plato tenga alimentos de todos los colores.

La actividad física es recomendable desarrollarla de forma diaria para obtener no solo beneficios de moldear su figura, sino mantener un peso saludable, reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas y mejorar su estado de ánimo.

En el caso de las mujeres que recientemente han salido de su embarazo pueden retomar su actividad física al mes, si tuvo su bebé en parto normal. Y en caso de cesárea hay que esperar seis meses.

Clínica Mayo da estos consejos a las madres que reinicían su actividad física después de nacer su hijo: Póngase cómoda. Use un sostén de apoyo y ropa adecuada.

Comience poco a poco. Si está amamantando al bebé, aliméntelo justo antes de hacer ejercicio. Empiece con una actividad aeróbica ligera como caminar, andar en bicicleta estática o nadar.

A medida que su resistencia mejore aumente gradualmente la duración e intensidad de sus entrenamientos. Incluya a su bebé en la rutina. Realice un paseo diario con el bebé en su coche. Si prefiere trotar use un coche diseñado específicamente para esto.

No lo haga sola. Invite a otras madres a que la acompañen a dar un paseo todos los días o únase a una clase de ejercicios posparto en un gimnasio local. Recuerde desarrollar 45 minutos de actividad y ejercicios específicos para abdomen y piernas.

Alimentos por edades

1. A los veinte, cuando la mujer está en edad reproductiva, debe comer alimentos que son fuentes de hierro porque necesita reemplazar lo que ha perdido cada mes a través de la menstruación, comenta Norma Coello, máster en Nutrición Clínica.

2. A los 30 años hay que consumir frijol, pues es el alimento estrella por su alto contenido en folato. Otras formas de obtener folato es consumiendo hojas verdes como la espinaca, que también es rica en ácido fólico.

3. A los 40 años: los granos integrales mejoran la presión arterial y aumentan el metabolismo, dos problemas frecuentes al alcanzar los 40. Cambie las harinas refinadas (pan, pasta y arroz blanco) por las versiones integrales.

4. A los 50 años cuide sus huesos con alimentos ricos en calcio: leche de soya, tofu, almendras, vegetales verdes como el brócoli, los berros, las espinacas y legumbres como los frijoles blancos y las lentejas. También es fundamental tener una dieta variada.

5. En la tercera edad es necesario aumentar el consumo de verduras, frutas y legumbres y disminuir la cantidad de azúcar y de sal en la dieta, puesto que la mayoría de personas de la tercera edad empiezan a tener problemas de hipertensión y diabetes.

Las mujeres deben cuidarse adecuadamente en cualquier etapa de sus vidas.

Consejos para todas

La citología se debe realizar en toda mujer mayor de 18 años o en toda mujer sexualmente activa.

Consuma cinco comidas diarias, tres grandes y dos meriendas, e ingiera porciones equilibradas.

Mamografías de 'screening' son realizadas en mujeres sin síntomas que están sobre la edad de 35 años.

Consuma alimentos ricos en betacaroteno, la luteína, el licopeno, el selenio, y las vitaminas A, E y C.

Proteccion solar siempre

El dermatólogo Jorge López indica que el uso del protector solar es de gran importancia para evitar las arrugas, pero principalmente para prevenir el cáncer de piel. Parte de los rayos solares llamados UVA y UVB (rayos ultravioletas) pueden cambiar la estructura de la piel y provocar alteraciones a corto plazo como manchas y quemaduras solares, y a largo plazo como el envejecimiento precoz de la piel y la posibilidad de malignización de los lunares, provocando melanoma (cáncer de piel).

Sin embargo, esto no quiere decir que tomar sol sea malo, el sol es importante para nuestra salud, ya que contribuye a la formación de la vitamina D, lo que sí es malo es tomar sol en exceso. El SPF (Sun Protection Factor) es el indicador de la capacidad de protección solar de los productos.

Cuanto mayor sea el número, mayor es el poder de protección. Por ejemplo, un protector solar que tenga un SPF15 le brindará 15 veces más protección a su piel.

El protector se debe aplicar cada 2 o 3 horas y 30 minutos antes de exponerse al sol. Además, si se ducha o entra a la piscina o al mar es pertinente volver a aplicarlo enseguida.

Recuerda que existen 2 tipos de protectores: las pantallas y los filtros. Las pantallas desvían los rayos evitando que penetren la piel; los filtros absorben parte de la energía solar.