Un joven hombre fue hallado encostalado en el municipio de Guaimaca, departamento de Francisco Morazán, zona central de Honduras.
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El cadáver, que estaba cubierto por dos sacos, uno rojo y otro blanco, fue encontrado en el cruce entre la comunidad de El Portillo y el sector de Los Encinos.
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La víctima respondía al nombre de Hansell Sadid Durón.
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La alcaldía municipal de Guaimaca, Francisco Morazán, publicó un acuerdo de duelo, dado que la víctima era hijo de una colaboradora.
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El Partido Nacional también expresó sus condolencias.
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La madre llegó al lugar donde yacía el joven y entre lágrimas lo identificó.
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“¿Por qué Dios mío?, ¿Por qué Diosito?, mi corazón no me engañaba”, fueron las palabras de Gloria Durón.
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Ella había levantado una parte del saco que cubría a su hijo e inmediatamente después se fue corriendo hacia los brazos de unos familiares.
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“¿Por qué me lo vinieron a botar como un perro si él no les hizo nada?”, repitió.
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Informes preliminares indican que la víctima fue sido ultimada a balazos en otro lugar y luego su cuerpo fue encostalado y abandonado en el referido sector.
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El sitio donde estaba tirado el cadáver es una zona poco transitada, donde hace un mes dos jóvenes fueron asesinados a disparos.
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La Policía Nacional llegó al lugar para acordonar la escena mientras esperaba a miembros de Medicina Forense.
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Esta es la primera ocasión que en el municipio de Guaimaca sucede un crimen de esa naturaleza, ya que nunca habían descubierto un cadáver encostalado en la zona.