La sepsis es una complicación crítica que puede surgir de diferentes tipos de infecciones, incluyendo aquellas en los pulmones, el tracto urinario, la piel o el tracto gastrointestinal. A menudo, sus síntomas se asemejan a los de la gripe, lo que dificulta su diagnóstico temprano. Aunque no hay una prueba única para detectar la sepsis, los médicos se basan en signos de infección y análisis de sangre para su diagnóstico.