Keiko Fujimori, líder del principal partido opositor peruano, Fuerza Popular, salió sonriente este domingo de una corte peruana, junto a su esposo, Mark Vito, luego de que suspendiera la audiencia en la que la Fiscalía pidió someterla a prisión preventiva por 36 meses por supuestamente haber cometido el delito de lavado de activos.
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Mark Vito Villanella, un millonario estadounidense que se casó con la hija de Alberto Fujimori en 2004, afirmó que su esposa 'ha sufrido por 31 meses de mentiras' y que es víctima de una 'persecución política', luego de que Keiko fuera detenida por más de una semana tras ser acusada de haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht durante su campaña presidencial.
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'Jamás imaginé tener que ir a visitar a mi esposa en una cárcel. Ella siempre ha colaborado con la justicia, esto es un show mediático', afirmó Vito, quien acompañó a su esposa en la audiencia donde se decretó su liberación el pasado miércoles.
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La hija del expresidente Fujimori, y que aspira a la presidencia de Perú, estalló en llanto tras conocer la decisión del juez que le concedió la libertad.
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Sin embargo, según medios locales, la Fiscalía no solo investiga a Keiko Fujimori, sino también a su esposo, Mark Vito, por presunto lavado de activos.
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Keiko conoció a su ahora esposo cuando viajó a Estados Unidos para cursar su maestría en administración de empresas, en la Universidad de Columbia. Vito, en ese entonces, ya era un joven empresario inmobiliario.
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La pareja contrajo matrimonio en julio de 2004, en Lima, Perú, sin la presencia de Alberto Fujimori.
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Keiko y Marc comparten dos hijas, Kyara Sofía y Kaori Marcela. La líder de Fuerza Popular y excandidata presidencial comparte imágenes de su familia en sus redes sociales.
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Foto: La Prensa
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Vito, que ha apoyado incondicionalmente a su esposa en sus dos campañas presidenciales, se nacionalizó en Perú, donde dirige varias empresas en la actualidad.
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Según una investigación de Univision, el padre de Mark, Joseph Villanella junior, y dos hermanos de éste, fueron arrestados en Estados Unidos bajo cargos de evasión de impuestos en junio del año 2000. Fueron liberados con una fianza de 50,000 dólares tras aceptar su culpabilidad.
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La investigación indica que en el registro de identidad peruano de Villanela, la casilla correspondiente al nombre de su padre en el documento aparece en blanco.
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Pese a las controversias y líos legales que rodean a su familia, Keiko y Mark se mantienen unidos a la espera de que se defina su situación judicial frente a la justicia de Perú.