La lápida original del lugar donde la tradición cristiana sitúa la tumba de Jesús ha quedado al descubierto por primera vez en cinco siglos después de que un equipo de expertos griegos haya retirado la lastra que la cubría desde tiempos de Bonifacio de Ragusa en el siglo XVI.
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'Bonifacio cubrió la tumba con la lastra actual', explicó el franciscano fray Artemio Vítores, quien fuera custodio adjunto de Tierra Santa y que agrega que, al mover la lastra, 'ahora se ha visto de nuevo la piedra original'.
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El descubrimiento forma parte de los trabajos de renovación hechos esta semana en el Santo Sepulcro en Jerusalén, a cargo de Antonia Moropoulou, profesora de la Universidad Nacional Técnica de Atenas, y que están en marcha desde junio pasado.
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La última vez que se pudo ver la losa original de la tumba de Jesucristo fue en 1555, durante unas obras ordenadas por el entonces custodio, Bonifacio de Ragusa.
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Según la tradición cristiana, el cuerpo de Jesús fue colocado en un lecho funerario tallado en la roca después de su crucifixión por los romanos en el año 30 o 33. Los cristianos creen que Cristo resucitó y que las mujeres que fueron a ungir su cuerpo tres días después de su entierro afirmaron que no encontraron nada.
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Según la revista National Geographic, que dedica un artículo a las obras de restauración, la rehabilitación 'del lecho funerario supondrá para los investigadores una ocasión sin precedentes para estudiar la superficie original de lo que se considera como el lugar más sagrado del cristianismo'.
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Foto: La Prensa
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El sepulcro está situado en el edículo, una pequeña estructura, ubicada bajo la cúpula de la iglesia, que fue reconstruida en mármol después de un incendio.
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El proyecto de restauración de la iglesia del Santo Sepulcro empezó en mayo. Se colocaron andamios alrededor del edificio, así como paneles de protección. Para proteger la entrada a la tumba de los turistas, se instaló delante una estructura metálica.
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Las tres principales confesiones cristianas del Santo Sepulcro (griegos ortodoxos, franciscanos y armenios) financiarán el dispositivo, junto a contribuciones públicas y privadas.