La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, calificó el incendio de “horrible” y lamentó que ardiese “un trozo de historia de Dinamarca”, mientras el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, se refirió al suceso como “nuestro momento Notre Dame”, aludiendo al incendio de la famosa catedral de París en 2019.