Dos lagos artificiales que adornan los principales parques urbanos de la capital costarricense se han quedado secos y sin la presencia de aves que llegaban a pescar a sus aguas, a causa de la fuerte sequía que afectó al país recientemente.
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Los lagos de los parques de La Sabana, en el oeste de San José, y de La Paz, son una de las principales atracciones turísticas de la capital costarricense.
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Pese a que en la última semana se registró un repunte en las lluvias en gran parte de Costa Rica, las mismas han sido insuficientes para devolver el caudal a los lagos.
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'Lo que estamos viendo en el parque La Sabana y el parque La Paz es el reflejo de la realidad que enfrentamos como país. No podemos ocultar que ahora tenemos otras condiciones a las que existían hace muchos años cuando se diseñaron estos lagos y nos hablaban que el agua era un recurso inagotable', comentó el ministro Deportes, Hernán Solano, a cargo del Icoder.
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Según el Instituto Meteorológico Nacional, la mayor parte del territorio costarricense se ha visto afectado desde finales de 2018 por la presencia del fenómeno El Niño, que provoca una drástica disminución en las lluvias.
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Visitantes a los parques han notado el cambio en los lagos, usualmente llenos de agua y con presencia de patos que se alimentan de los peces que los habitaban.
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'Esto da tristeza, antes la gente venía a pasar una tarde o un sábado a la orilla del lago. Ahora no hay nada que venir a ver', lamentó Gerardo Soto, vendedor de papas tostadas en La Sabana.
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El Instituto Costarricense de Deportes (Icoder), que administra los dos parques, espera que con la vuelta de las lluvias los lagos recuperen su nivel.
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Según el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa), toda Centroamérica tendrá promedios de lluvia por debajo de lo normal como consecuencia del fenómeno El Niño, que trae sequías a la franja del Pacífico centroamericano.
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Lo peor de la sequía está pronosticada de mayo a julio.