Si publicas algo en redes sociales, da por hecho que cualquiera podrá acceder a esa información, y que equivale a que fuera pública. Cuando hablamos de datos muy delicados, de nada sirven los filtros de privacidad.
Cuando no es información tan crítica, sí la podemos publicar usando los filtros de privacidad adecuados, y pensando bien lo que hacemos. Subir una foto en una despedida de soltero puede parecernos gracioso a día de hoy, pero no tanto en unos meses cuando busquemos un nuevo trabajo.
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Usa solo apps de confianza.
Instalar una aplicación en el móvil parece inofensivo, pero puede suponer que nuestros datos personales corran peligro. Aunque ni las empresas más conocidas garantizan nuestra privacidad, debemos tener especial cuidado con las apps que no nos suenan de nada.
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Actualiza todo lo que puedas
Muchas veces los fallos de privacidad en los que se filtra información personal de millones de personas son debidos a vulnerabilidades en los programas, sistemas operativos o incluso en los procesadores.
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Navega por sitios seguros
Si bien los navegadores suelen estar muy protegidos, desde ellos se puede acceder a millones de páginas web, así que se enfrentan a numerosos riesgos.
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Evita las descargas 'dudosas'
En Internet hay muchos lugares donde ver películas, series y deportes de forma gratuita, pero muchas veces el precio a pagar es la privacidad. Cuando descargamos programas o contenidos de fuentes no oficiales pueden traer virus.