La feligresía de la Iglesia Católica en Honduras conmemora este día el Domingo de Ramos de una manera atípica debido a la crisis por Covid-19. Fotos Amilcar Izaguirre.
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En la Catedral San Pedro Apostol de San Pedro Sula, zona norte de Honduras, los creyentes llegaron desde temprano para iniciar la Semana Santa conectados con El Creador.
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Para ingresar a la misa precedida por monseñor Ángel Garachana, los fieles utilizaron de manera estricta la mascarilla y además, se les tomó la temperatura.
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Una vez adentro, se sentaron guardando la distancia para seguir las medidas de bioseguridad brindadas por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
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Queda claro que la fe de los hondureños no merma a pesar de la pandemia, pues aunque los templos no pueden estar llenos, muchos se quedan en casa y conmemoran en familia esta importante fecha.
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'Por segundo año consecutivo llegamos a la celebración de los misterios de la pasión del Señor en medio de la pandemia, pero no podemos olvidar la situación dramática de la crisis sanitaria. Cuanto más escucho el dolor de las personas que han sufrido a causa del virus más necesidad tengo de acercarme a la cruz y reavivar la esperanza', dijo Garachana en su invitación a los fieles.
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Agregó que este tiempo renovará en los creyentes una comunión profunda hacia aquellos que más sufren los efectos de la pandemia.
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El Domingo de Ramos recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
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Este evento es celebrado en todas las iglesias católicas del mundo y San Pedro Sula no es la excepción.