“Me puse a platicar con Arturo y me dijo: ‘No, pues ya la tengo de planta’, refiriéndose a Montijo. Le dije que para comprobar iba a subir a la recámara. Yo me metía siempre en toda su vida, tenía derecho de picaporte (...) Entré a la recámara y ahí estaban las cosas de ella. ‘Ah, cabrón, ya tenemos matrimonio. ¿Y pa’ cuando el anillo’, le dije. Pero sin celos, más bien como broma. ‘No, pues ya somos novios’, me respondió”.