Ingrid Oliveira, que fue la protagonista del gran escándalo sexual de los juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, ahora triunfa en otras facetas y tiene una nueva vida. La saltadora de trampolín brasileña rompe su silencio y habla del infierno que ha vivido.
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Oliveira estuvo a punto de ser expulsada de los Juegos Olímpicos 2016 cuando salió a la luz la relación sexual que tuvo en plena competición con el remero Pedro Gonçalves, también amenazado por el Comité Olímpico Brasileño (COB). Sólo su intachable historial les salvó.
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La atleta brasileña saltó a la fama por el escándalo sexual en Río 2016 y ahora triunfa como modelo de bikinis y de joyas.
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Ingrid Oliveira mantuvo relaciones íntimas con otro deportista, un hecho que se filtró y se convirtió en un escándalo sexual de amplia magnitud. La brasileño ha decidido hablar de ese tema.
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En la web UOL Deporte, Ingris ha querido “contar la verdad”. Se sintió atacada por los medios de comunicación por “mentiras” y “acosada” por la opinión pública.
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“A veces la gente me detiene en la calle y me pregunta: ‘¿eres Ingrid?’ Espero a continuación: ‘¿de los Juegos Olímpicos?’. Yo ya me imaginaba a las persona leyendo lo que dijeron de mí: maratón de sexo salvaje, orgía, polémica...”, explica la deportista olímpica.
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“Un día abrí Instagram y estaba allí Calvin Harris, uno de mis DJ preferidos, siguiéndome. Cualquier chica diría ‘ay Dios’, pero lo que pensé fue ‘¿llegó a su oído? ¿También leyó eso?’”, se preguntaba Ingrid Oliveira.
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Ingrid Oliveira quiso contar su versión sobre ese día del escándalo que le salpicó durante los Juegos Olímpicos de Río 2016. “La única verdad es que llevé a Pedro Gonçalves a mi habitación. Pero no fue en la víspera de la competición de ninguno de los dos. Y no pasó la noche conmigo. Tampoco expulse a nadie de la habitación. No fui expulsado de los Juegos Olímpicos”.
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“Lo que hice estuvo mal y soy consciente de ello. Me torturé mucho, pero me di cuenta de que el trato que recibía no era justo”, cuenta la brasileña Ingrid Oliveira.
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La saltadora de trampolín había conocido a Pedro Gonçalves en otro evento deportivo y empezaron a seguirse en las redes sociales. En la villa olímpica empezaron a mantener más contacto hasta que antes de la ceremonia inaugural tuvieron un encuentro. “Hable con mi pareja (de salto) y compañera de habitación para poder llevarlo allí y me dejó. Lo hacía gente de todas las disciplinas”. Antes de agregar que se trata de “algo normal”.
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“Sólo hace falta ver el número de preservativos que se reparten en la villa olímpica. En el comedor, en todas partes. ¿Para qué? ¿Para hacer globos y salir volando? Usain Bolt llevó a su habitación una chica sin acreditación, una gran cantidad de gente estaba en Tinder”, revela Ingrid.
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Ingrid Oliveira jamás imaginó que su relación con su compatriota causaría tanto revuelo. Cuando el COB le informó de que saldría en la prensa no pudo dormir. Su cuenta de Instagram pasó de 90.000 a 250.000 seguidores en pocas horas. “Recibí insultos e iba borrando comentarios uno por uno. Ese día lloré durante todo el entrenamiento. No sé cómo pude hacer mi serie”.
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Tras la situación, Ingrid Oliveira relató que “fui acosada por el todo el mundo. Me han asediado. Recibí pornografía. Recibí propuestas para hacer programas sexuales, no de televisión. Y perdí trabajo. Fui atacada por medios del mundo entero. En Wikipedia me definieron como 'la niña que hizo pértiga'”.
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Ingrid Oliveira “sentía vergüenza” y se sentía “juzgada” al caminar por la villa olímpica. Lo mismo le sucedió cuando acabaron los Juegos Olímpicos. Estuvo tres días sin salir de casa.
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Ingrid considera que fue un ataque machista en toda regla. “Entré en el Instagram de Pedro y no había insultos, sino felicitaciones. Las personas que tratan al hombre como “el semental” son las mismas que tratan a la mujer de puta. Era ridículo”.
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Ingrid, en cambio, recibía comentarios obscenos y le enviaban imágenes de desnudos. Incluso un usuario le preguntó cuánto le cobraba por tener sexo con él. “Fui de los atletas más comentados de las Olimpiadas junto a Simone Biles y Michael Phelps. Dijeron que mi culo valía más que una medalla olímpica”.
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Oliveira confiera que tuvo una crisis con su pareja por no haber mantenido el secreto, aunque la exculpa de la filtración a la prensa. La información publicada era que Giovanna Pedrosa se había negado a dejarle libre la habitación y que había sido “echada a golpes”.
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“Tenía que haber mantenido el secreto como yo lo hice en el pasado”, subraya. Todo el alboroto que se generó le hizo tener problemas a la hora de obtener patrocinadores. Sigue teniendo dificultades económicas para salir adelante.
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Ingrid Oliveira, poco a poco, fue superando la presión a la que se vio sometida. “La historia fue totalmente distorsionada en los medios. Quería contar mi versión, pero me decía ’no es el momento’. Sólo una noticia iba a mi favor. El título era: ‘su madre también tiene sexo’. Me hizo muy feliz que alguien entendiese el machismo que sufrí”.