“Antony cerró la puerta de casa y no me dejó salir. Yo tenía el dedo abierto, todo magullado. Rompió mis cosas, se llevó mi pasaporte. Su madre y su padrastro incluso lo encerraron en el campo de fútbol, tenía un campo de fútbol dentro del salón de su casa, rodeado por una valla. Estaba alterado, intentaba salir como podía, me lanzaba balones de fútbol, me tiraba teléfonos móviles. Decía que me iba a matar, que se iba a suicidar”, declaró en charla con el medio brasiseño.