Es fatal burlarse de los jóvenes por su peso

Los investigadores hallaron que los adolescentes que son acosados por su peso tienen más probabilidades de ser obesos.

  • 01 jun 2017

Estados Unidos.

Los adolescentes de quienes se burlaban por su peso podrían ser más propensos a ser adultos obesos.

Investigadores hallaron que los adolescentes que son acosados por su peso tienen más probabilidades de convertirse en personas que comen emocionalmente. Los acosadores con frecuencia atacan al peso de sus compañeros, pero las bromas por el peso también pueden ocurrir en casa.

“Nuestros hallazgos sugieren la necesidad de iniciativas contra el acoso más amplias que incluyan tanto la escuela como los ambientes familiares/del hogar como objetivos de intervención”, planteó la Universidad de Connecticut la autora líder, Rebecca Puhl (profesora y subdirectora del Centro Rudd de Políticas Alimentarias y Obesidad de la universidad).

Los investigadores encontraron que los adolescentes que se enfrentan a insultos por su peso podrían no solo sentirse mal en ese momento, sino que podrían tener consecuencias graves a largo plazo, incluyendo la obesidad y dietas y hábitos alimenticios malsanos.

Consecuencias

En el estudio participaron casi 1,800 adultos. Se les siguió durante 15 años, desde la adolescencia hasta la treintena. Los hombres y las mujeres que recibían burlas por el peso en la adolescencia tenían el doble de probabilidades de ser obesos en la adultez.

Las mujeres de quienes se burlaban en la adolescencia eran más propensas a comer en respuesta al estrés y a participar en otras medidas malsanas de control de peso en la adultez, encontró el estudio.

También era más probable que tuvieran una mala imagen corporal y que hicieran dieta. Los hombres de quienes se burlaban por el peso en la adolescencia también estaban menos satisfechos con sus cuerpos y era más probable que presentaran alimentación emocional.

A largo plazo, las mujeres se vieron más afectadas por las burlas de sus familiares sobre el peso que los hombres.

“Los profesionales de la salud que trabajan con los jóvenes y con las familias podrían tener unas oportunidades exclusivas de evaluar a los jóvenes respecto a sus experiencias con las burlas por el peso, de educar a los padres sobre las nocivas consecuencias de salud de las burlas, y de ofrecer a las familias recursos para respaldar a los niños y ayudarles a afrontar las burlas”, afirmó Dianne Neumark-Sztainer (coautora del estudio).