Los Ángeles, Estados Unidos.
El actor estadounidense Tom Hanks aseguró hoy en Londres que no volverá a aceptar un papel que le exija engordar, después de que a principios de semana le diagnosticaran diabetes de tipo 2.
El ganador de dos Óscar ha tenido que aumentar y perder peso por requerimientos del guión en varias ocasiones, lo que podría ser causa de su enfermedad, que desveló anoche en la televisión estadounidense.
En declaraciones a la cadena británica BBC, Hanks, que inaugura hoy el Festival de Cine de Londres con 'Captain Phillips' ('Capitán Phillips'), indicó que ha hablado con muchos actores obligados a engordar para determinados papeles y 'nadie quiere volver a hacerlo'.
'Creo que es cosa de los jóvenes. Tengo 57 años y no creo que vaya a aceptar ningún papel -o irme de vacaciones - y volver a engordar 30 libras (14 kilos)', apuntó Hanks, que ayer reveló su dolencia en el programa 'Late Show with David Latterman' de CBS.
Las personas que padecen diabetes de tipo 2 -la más común- no producen suficiente insulina o la que producen no funciona correctamente, lo que provoca un exceso de glucosa en la sangre.
El intérprete estadounidense, que ya padecía síntomas de diabetes desde los 36 años, ha protagonizado varias cintas que le han exigido fluctuaciones drásticas de peso, como 'Cast Away' ('Náufrago', 2000) o 'Philadelphia' (1993), para las que tuvo que adelgazar de forma notable.
El Festival de Cine de Londres reunirá hasta el 20 de octubre a más de 200 actores y directores, con 22 estrenos mundiales
Tras 20 años de padecer los síntomas, Tom Hanks reveló que recientemente su médico le diagnosticó diabetes tipo 2.
'Fui a ver al doctor y me dijo: ¿Te acuerdas de los altos niveles de azúcar que tienes desde los 36 años, verdad? Pues bueno, te acabas de graduar, tienes diabetes tipo 2', dijo el histrión, después de que Letterman señalara que se veía en forma durante su programa Late Show With David Letterman.
En un intento por controlar los síntomas de la enfermedad, Hanks realiza ejercicio y se sometió a una dieta, de la cual se encarga su esposa Rita Wilson.
'Mi doctor me dijo que si podía llegar al peso que tenía cuando iba en la secundaria, no desarrollaría la enfermedad y llevaría una vida normal', relató.
'Cuando escuché que tendría que llegar a ese peso, 43 kilográmos, para estar sano, sabía que definitivamente tendría diabetes'.
