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Timbaland 'casi' pierde la vida por una sobredosis

  • 28 noviembre 2017 /

El afamado productor no ha tenido reparo alguno a la hora de pronunciarse sobre sus ya superadas adicciones.

California, Estados Unidos.

A lo largo la segunda mitad de la década pasada era prácticamente imposible encontrar un tema en las radios o en las listas de éxitos que no estuviera producido y coprotagonizado por el productor Timbaland, quien llegó a ser apodado el 'rey midas' de la música popular tras jugar un papel decisivo en la exitosa reconversión artística de cantantes como Nelly Furtado o Justin Timberlake.

A partir de ese momento, los potentes 'beats' que empleaba en sus temas y ese sonido urbano tan distintivo que se convirtió en su gran seña de identidad acabaron impregnando canciones de artistas tan variadas como Madonna, Katy Perry e incluso Björk, forjando así una etapa en la que no solo se consagró como el productor y compositor de moda en la industria discográfica, sino que también le llevó, como él mismo confiesa ahora, a desarrollar una peligrosa adicción a los calmantes.

Y es que además del estrés y la presión a la que se veía sometido diariamente por la naturaleza de su trabajo, el artista estadounidense todavía tenía que lidiar en esos tiempos con las secuelas psicológicas derivadas de un traumático episodio vivido durante su adolescencia, cuando recibió un disparo de escopeta que le dejó gravemente herido. Esa combinación de factores, unidos a la desconexión de la realidad que experimentaba cada vez que se tomaba la medicación, terminaron sumiéndole en una espiral de autodestrucción de la que estuvo a punto de no escapar.

'La música puede ser un regalo y al mismo tiempo una maldición, ya que te mantiene ocupado todo el rato y pierdes la noción de lo que ocurre a tu alrededor. Y cuando paras un momento, la mente empieza a jugarte mañas pasadas. Las pastillas me ayudaban a bloquear el ruido y me hacían dormir todo el día. Recuerdo que Jay Z me dijo una vez que dejara de conceder entrevistas, porque en una de ellas al parecer no dejaba de decir tonterías', ha revelado el intérprete -cuyo nombre real es Tim Mosley- a la revista 'Rolling Stone'.

El momento más grave y dramático que vivió en su turbulenta relación de extrema dependencia con el OxyContin, el fármaco al que recurría para ahuyentar sus demonios, llegó hace tres años cuando Timbaland llegó a desmayarse en una ocasión y empezó a tener problemas para respirar correctamente: 'Lo único que te puedo decir es que llegué a ver una luz. Luego me desperté sobresaltado y me costaba respirar, sentía que me estaba ahogando bajo el agua', ha rememorado en la misma conversación.

Ese fue sin duda el punto de inflexión que sirvió al productor para mentalizarse sobre la necesidad de cambiar de vida y, sobre todo, de evitar seguir el ejemplo de otros artistas que tristemente no pudieron escapar a tiempo de esas dinámicas de riesgo.

'Gracias a esa experiencia empecé a valorar más la vida, porque vi dónde podía terminar si no cambiaba radicalmente y también dónde estaría si lo hacía. Pensé mucho en Michael Jackson... Decidí que no quería hacerme mayor y seguir enganchado a esas pastilas', ha explicado.