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Nicole Kidman cumple 50 años en todo su esplendor

  • 20 junio 2017 /

La actriz australiana arriba a su medio siglo de vida con exitosos proyectos en cine y televisión.

    Los Ángeles, Estados Unidos.

    Hubo un tiempo en que Nicole Kidman aparecía en cualquier conversación sobre las mejores actrices del mundo, y puede que a algunos se les olvidara su talento, escondido a base de bótox, pero la australiana cumplió ayer 50 años con la certeza de haber recuperado el esplendor de antaño.

    “Simplemente quiero celebrarlo estando con mi divino esposo (el cantante Keith Urban), mis hijas (Sunday, de ocho años, y Faith, de seis) y mi hermana (Antonia)”, dijo Kidman al portal E! Online recientemente.

    “No necesito grandes celebraciones, únicamente tener a mi familia junto a mí, así soy feliz”, agregó la intérprete durante la presentación en Los Ángeles (California) de su nueva película, La seducción, con la firma de Sofía Coppola.

    Elle Fanning, Nicole Kidman, Sofía Coppola y Kirsten Dunst en la presentación de “La seducción”.
    Ese es un nuevo ejemplo de la resurrección artística que vive Kidman tras su nominación al Óscar por Lion y el enorme éxito de Big Little Lies, miniserie de HBO.

    Además, en el futuro le esperan proyectos como Aquaman (será la reina Atlanna, la madre del superhéroe) y la versión estadounidense de la cinta francesa The Untouchables.

    Nace una estrella

    Aquella melena rizada y pelirroja surgida de Hawái, criada en Sydney y descubierta para el mundo por Phillip Noyce en Dead Calm (1989) no tardó en llamar la atención de Tom Cruise, a quien conoció durante el rodaje de Días de trueno (1990).

    Ya como marido y mujer, Tom y Nicole decidieron adoptar dos hijos (Isabella Jane y Connor) y rodar juntos Far and Away (1992) y Eyes Wide Shut (1999), la última película de Stanley Kubrick.

    Junto con Shailene Woodley y Reese Witherspoon en “Big Little Lies”.
    La actriz ya había dado buena cuenta de su talento por sí sola en cintas como My Life (1993), To Die For (1995) o The Portrait of a Lady (1996), pero fue tras su separación en 2001 de Cruise que su carrera evolucionó y alcanzó un nivel a la altura de las grandes damas de la interpretación.

    Logró su primera candidatura al Óscar con el musical Moulin Rouge! (2001), emocionó con su trágica historia en The Others (2001) -a las órdenes del español Alejandro Amenábar- y ganó el premio de la Academia con su inolvidable papel de la escritora Virginia Woolf en The Hours.

    Aquella fue la cima de Kidman, una época donde compaginaba grandes riesgos artísticos (Dogville, de Lars Von Trier, en 2003) con apuestas claramente comerciales (Cold Mountain, 2003).

    Nicole interpreta a un personaje muy diferente en “How to Talk to Girls at Parties”.
    No obstante, esa etapa dio pie a unos años donde perdió la brújula de su carrera con proyectos sin pena ni gloria (The Stepford Wives, Bewitched y The Invasion) mientras, en paralelo, la polémica sobre su abuso del bótox crecía entre los círculos más críticos, que lamentaban su inexpresividad interpretativa.

    “Nunca me he sometido a cirugía, pero sí probé el bótox, por desgracia. Lo dejé, y ahora, finalmente, puedo mover mi cara de nuevo”, reconoció la actriz al diario italiano La Repubblica.

    Sea coincidencia o no, lo cierto es que Kidman ha venido recuperando el prestigio con el musical Nine (2009), su tercera candidatura al Óscar (The Rabbit Hole, 2010) y obras tan provocadoras como The Paperboy (2012), de Lee Daniels, o Stoker (2013), de Chan-wook Park.

    Este año fue nominada al Óscar como mejor actriz por el drama “Lion”.
    Noble

    Y, aunque es la imagen del glamur personificado y sigue siendo un imán para algunas de las firmas de moda y cosméticos más conocidas del mundo, no se olvida de su vertiente humanitaria, ya que es embajadora de buena voluntad para Unicef y para Unifem, el fondo de la ONU para la Mujer, donde colabora para erradicar la violencia machista.