La donante del riñón que tan necesario le ha resultado a la estrella del pop para superar las complicaciones derivadas del lupus, Francia Raisa, se ha sincerado sobre los baches emocionales ligados al proceso.
La cantante Selena Gómez y su buena amiga Francia Raisa, la actriz que le donó el riñón que tan necesario le ha resultado a la intérprete para superar las complicaciones derivadas de la enfermedad de Lupus que padece, atravesaron una 'profunda depresión' tras la operación con la que se llevó a cabo el transplante, un golpe emocional del que ambas fueron, sin embargo, advertidas con la suficiente antelación.
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'Nos dijeron que iba a ser muy duro, pero que la receptora del órgano se recuperaría bastante más rápido que la donante, ya que ella iba a ganar algo que necesitaba mientras que, en mi caso, iba a perder algo importante. Y la verdad es que fue muy duro, tanto Selena como yo sufrimos una profunda depresión', ha afirmado Raisa en un vídeo para la campaña SELF.
Afortunadamente para ellas, en la actualidad las dos artistas hacen vida normal y han superado finalmente tanto los contratiempos físicos y psicológicos derivados del procedimiento. Tanto es así, que Francia Raisa asegura lucir sin reparos y 'muy orgullosa' las cicatrices que le dejó la intervención quirúrgica con la que salvó la vida de la afamada intérprete.
'Las cicatrices no te definen, sino que son parte de tu historia, esa historia que te hace especial y diferente. Fue muy duro por un par de meses, porque soy una persona muy activa y me resultaba extraño estar parada tanto tiempo. En general han sido los doce meses más locos de mi vida, pero me han ayudado a apreciar mejor la vida y prepararme para el próximo capítulo', ha aseverado en la misma grabación.
