México. Está claro que Chelsea Handler no tiene pelos en la lengua y lo mismo le da despotricar contra el clan Kardashian que mofarse de su propio cuerpo y arrugas.
“Trato de no autocensurarme y trato de que nadie más lo haga. Es una regla a la que me apego lo más que puedo y mucha gente no sabe que intentar censurarme es un esfuerzo casi inútil”, compartió la conductora.
Así, en su show de stand up Uganda be kidding me live, disponible a partir del jueves pasado en Netflix, presenta fotos de sus viajes por el mundo y los narra, ridiculizándose a ella misma y algunas personas que la rodean.
Chelsea asegura que la irreverencia que muestra en su espectáculo, en los libros que ha escrito y en sus programas de televisión es la que la ha caracterizado siempre.
“Desde que tenía tres años, mis padres no sabían que hacer conmigo porque hablaba mucho y me gustaba preguntar. Para mí, realmente no fue una transición de convertirme en este personaje. No es que intente que la gente piense que trato de impresionarlos, es simplemente mi personalidad; soy muy directa, me gusta preguntarle a la gente de manera directa y así soy en mi vida personal”, mencionó la conductora.
A sus 39 años, la rubia se ha convertido en uno de los íconos del humor negro y la ironía del género femenino, por lo que, asegura, la televisión tradicional ya no le era suficiente.
“Creo que era necesario para mí moverme hacia una audiencia diferente y ser atractiva para más personas. Me gusta estar por todo el mundo, es mi sueño”, añadió.
Hace meses se anunció la salida del aire de Chelsea lately, su más reciente show, que se transmitía por E!, y no por falta de audiencia, sino porque ella misma declaró que estaba harta de entrevistar a los famosos, quienes todo el tiempo están preocupados por la imagen y el asedio de los medios.
