A raíz de las dudas de su padre Angelo Bertolotti, quien nunca creyó que la causa de la muerte había sido una neumonía agravada por intoxicación, se solicitó que se examine el nivel de toxinas y metales que presentaban los cuerpos de Brittany y el de su esposo Simon Monjack (fallecido cinco meses después que la actriz).
La revelación fue que la pareja presentaba un grado anormal de metales en sus organismos.
Aunque aún no se ha confirmado una reapertura del caso, los exámenes solo parecen dar la razón a Bertolotti, que rotundamente afirmó que: “mi hija no padecía de anorexia ni se drogaba ni tantas cosas que han dicho. No voy a descansar hasta que se llegue a la verdad. Va a haber justicia para Brittany”.
El resultado ha sido por lo menos revelador y estímulo de una nueva investigación, pues, según lo publicado por The Examiner, los organismos de la pareja contaban con diez metales en niveles anormales.
Según detalla el informe, los mencionados metales son frecuentemente encontrados en insecticidas y en químicos para exterminar roedores; y los síntomas que puede padecer un individuo incluyen: dolores de cabeza, mareos, complicaciones respiratorias y eventualmente neumonía; los mismos que presentaron Brittany Murphy y su esposo.
