29/04/2024
09:24 AM

Aprenda a lidiar con el enojo de los adolescentes

Con acciones prácticas podrá manejar el enojo de sus hijos

San Pedro Sula, Honduras.

La ira y el enojo en los adolescentes es bastante común, pues explotan con facilidad por cualquier situación y para los padres la reacción más normal ante este comportamiento son los regaños; sin embargo no siempre esta es la mejor opción.

En lugar de lo anterior pruebe con estos consejos para saber qué hacer ante el enojo de sus hijos adolescentes:

1.No trate de razonar con su hijo cuando las emociones están desbordadas. Los adultos usamos la lógica y la razón para explicar las cosas. Pero si su hijo está muy exaltado, la lógica no le servirá de nada. Y la frustración de la falta de entendimiento solamente empeorará las cosas y quizás se intercambien palabras de las que luego se arrepentirán. Es preferible que lo deje retirarse a su habitación y espere a otro momento más adecuado para explicar sus puntos.

2.Evite enfrentar y gritarle a su hijo cuando está enojado. Lo más fácil es responder con ira ante la ira. Tiene que ser más fuerte emocionalmente y actuar con inteligencia. Lo primero es mantener la calma para evitar que la situación empeore. Si evita echar más leña al fuego, su hijo tendrá la oportunidad de ventilar su enojo y discutir la situación calmadamente más adelante.

3. Evite amenazar con castigos exagerados. El apasionamiento puede llevarle a prometer escarmientos que luego no podrá cumplir, y a la larga, eso le perjudica. Nunca prometa un castigo o consecuencia que no sea realista o sea desproporcionada a la falta. En vez de eso, converse con su hijo y explíquele cuáles comportamientos son inaceptables y qué consecuencias habrá si desobedece. En lugar de castigo, hable de retirar o reducir sus privilegios (televisión, videojuegos, teléfono, computadora) o actividades (cine, visitas, deportes). Sea firme y manténga su palabra para que su hijo le respete y aprenda bien la lección.

4. Refuerce la importancia de mantener el respeto mutuo. En esto tiene que predicar con el ejemplo. No es un signo de debilidad decirle a un hijo: “Estoy tan enfadado ahora que no puedo hablar contigo”, o “Necesito dar una vuelta. Hablamos cuando me calme y te calmes tú también”. Al contrario, hace falta mucha fuerza interior para dominar los impulsos, especialmente la ira. Evita usar palabras vulgares, o insultos para que su hijo aprenda a discutir, pero de manera limpia y respetuosa.