California, Estados Unidos.
Amanda Peterson tenía una vida y un aspecto irreconocible al morir, pues se supo que era una adicta a las drogas y que había estado arrestada varias veces y presa por dos meses.
La bella adolescente que protagonizó en los 80’s la cinta ‘Can’t Buy Me Love’, es realmente irreconocible en las fichas policíacas que se han publicado. Luce demacrada, avejentada, incluso en una hasta con golpes en la cara.
Peterson en los últimos años se entregó a las drogas, lo que le causó muchos problemas con la justicia, siendo detenida varias veces y presa en una ocasión, estando dos meses en la cárcel.
Su familia insiste en que su muerte no tuvo nada que ver con las drogas, pero eso aún no es aclarado por las autoridades. Según publicó la botana.com.
