Ciudad de México.
Miguel Bosé y su ex pareja, Nacho Palau, se enfrentaron el lunes pasado en un juicio que busca conseguir la declaración de filiación de sus hijos Diego, Tadeo, Ivo y Telmo.
Los cuatro nacieron por medio de vientres de alquiler, una práctica prohibida en España; siendo los dos primeros hijos biológicos de Bosé y los otros dos hijos biológicos de Palau.
Las parejas de mellizos se llevan siete meses y durante casi ocho años vivieron como hermanos en lo que, según Palau, era un proyecto de familia que el cantante niega ahora.
Fuentes cercanas al caso declararon al medio español El País que Bosé se negó a reconocer durante el juicio que los niños sean de los dos padres, y por tanto hermanos con los mismos derechos, como reconocería legalmente una sentencia favorable a la acción judicial emprendida a instancias de Palau.
| Miguel Bosé en una foto de archivo con los cuatro menores.
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Si ello ocurriera, Palau perdería la posibilidad de tomar decisiones sobre la educación y forma de vivir de los que considera sus cuatro hijos al no estar reconocida su paternidad sobre dos de ellos.
Una actitud que, según personas que conocen al cantante, tiene mucho que ver con su carácter: 'En el fondo, de lo que se trata es de no estar sometido a nadie ni tener que contar con Nacho en nada que tenga que ver con los hijos'.
Miguel Bosé volvió a México inmediatamente después de celebrarse el juicio.
Palau, por su parte, manifestó a los periodistas que esperaban a la entrada del recinto que lo único que quiere es que los cuatro hermanos sean criados juntos. 'Confío en que se haga justicia', dijo.
