EUA.
A estas alturas ya se puede dar por completada la consagración de Priyanka Chopra en la industria estadounidense: además de haber formado parte del taquillero remake de Guardianes de la bahía, ha capitaneado durante tres temporadas la serie Quantico, todo ello mientras continúa siendo una de las estrellas más rentables de la industria cinematográfica de su país natal, India.
Con esas credenciales a sus espaldas y una capacidad para imitar acentos de sobra probada, cuesta imaginar que la actriz siga
'Sucedió el año pasado. Estaba 'compitiendo' por una película y una persona del estudio llamó a mi agente para decirle que no tenía... ¿qué palabra usó? Sí, que no tenía el físico adecuado', ha recordado la intérprete en una entrevista a la revista InStyle.
A estas alturas ya se puede dar por completada la consagración de Priyanka Chopra en la industria estadounidense: además de haber formado parte del taquillero remake de Guardianes de la bahía, ha capitaneado durante tres temporadas la serie Quantico, todo ello mientras continúa siendo una de las estrellas más rentables de la industria cinematográfica de su país natal, India.
Con esas credenciales a sus espaldas y una capacidad para imitar acentos de sobra probada, cuesta imaginar que la actriz siga
'Sucedió el año pasado. Estaba 'compitiendo' por una película y una persona del estudio llamó a mi agente para decirle que no tenía... ¿qué palabra usó? Sí, que no tenía el físico adecuado', ha recordado la intérprete en una entrevista a la revista InStyle.
'Como actriz, intenté defenderme preguntando si hacía falta que me pusiera más en forma, que adelgazara o que tuviera abdominales. A ver, no entendía a que se referían al decir que no tenía el físico adecuado. Fue mi agente el que me lo tuvo que explicar: 'Pri, creo que lo que quieren decir es que no buscan a alguien con la piel oscura'. La verdad es que me afectó', dijo Chopra.
Pese a lo doloroso que le pueda resultar, Priyanka ha convertido en una prioridad hablar de la discriminación que aún existe en el mundo del cine, tanto en función de la raza como del sexo, para contribuir a erradicar esas problemáticas en su industria y en cualquier otro ámbito laboral.
'Si a un hombre le ofrecen cien dólares, entonces la negociación -en el caso de la mujer- comenzará como máximo en los ocho dólares. La diferencia es brutal', explica respecto a la brecha salarial que aún existe en su sector, antes de pasar a comparar cómo se manifiesta entre sus dos países de residencia.
'En América no se habla tanto de ello, pero en la India no se evita el tema. A mí me han dicho a la cara que, si tengo un papel en una producción en la que también participan otros actores masculinos de renombre, entonces el presupuesto que queda para mí no podrá ser muy grande', lamenta.
