Londres, Inglaterra.
El productor Stephen Belafonte ha conseguido que un juez le conceda el derecho a visitar dos veces por semana y durante cuatro horas a su hija de cinco años, Madison, en el marco del polémico divorcio en que se encuentra inmerso con la madre de la pequeña, la cantante Mel B, según informa ahora E! News.
Aunque la noticia habrá supuesto sin duda un motivo de alegría para el ya exesposo de la intérprete, no se ajusta al deseo inicial de Stephen, que había solicitado la custodia compartida de su hija y derechos de visita a su hijastra de 10 años Angel, fruto de un breve romance de Melanie con el actor Eddie Murphy -quien aparentemente ni siquiera conoce en persona a la niña- y que habría sido educada por la cantante y su ex.
Pese a que el juez ha denegado la petición de visitas a su hijastra, sí ha dejado la puerta abierta a revisar su decisión en un futuro. Por el momento Stephen seguirá sin poder ponerse en contacto con la niña debido a la orden de alejamiento que Mel B obtuvo contra él hace semanas, y que se extiende a su familia inmediata.
Los representantes legales de la estrella de la música habían tratado de impedir que Stephen pudiera ver a su hija tras descubrir que el productor había rodado supuestamente películas pornográficas en el antiguo hogar familiar de la pareja en Los Ángeles, donde afirman que se podía encontrar material muy gráfico en varios de los ordenadores utilizados por los retoños del exmatrimonio. Sin embargo, el juez no ha considerado que existan pruebas suficientes al respecto.
La antigua componente de las Spice Girls ha acusado a Stephen de abusar física y psicológicamente de ella durante sus casi diez años de matrimonio, además de asegurar que le obligó a mantener relaciones sexuales con otras mujeres -incluida la antigua niñera de la expareja, a quien según Melanie su ex dejó embarazada y le pagó un aborto con el dinero de la artista- y posteriormente la chantajeó con publicar los videos sexuales de esos encuentros si le abandonaba.
