La soltura y el enorme talento del pequeño hondureño Ángel Romero continúa haciéndolo destacar en “Pequeños Gigantes”, el exitoso show de Univisión que vino a substituir en el horario estelar dentro de los Estados Unidos a las tan gustadas telenovelas.
La noche del martes el sampedrano demostró sus habilidades de conducción al abrir el show con una gran cuota de humor, carisma y seguridad, pese a ciertos inconvenientes que se presentaron a su paso.
“Hoy el asunto fue de unos premios y las personas me dijeron que lo hice muy bien, que lo hice como Jimmy Fallon, no me puso feliz la puntuación que yo hice, porque ayer me cambiaron todo el papel y en la noche lo aprendí… para conseguir una puntuación así, respeto la puntuación, pero no era algo que yo quería, no hay puntuación que sea injusta, yo la verdad quería un 5 de Bianca (Marroquín), pero no lo pude conseguir, pero así es la vida, la próxima vez voy a trabajar más duro y voy a conseguir un 5 de Bianca”, indicó Ángel Romero después del show.
El simpático actor hondureño mostró mucha soltura, gracia y dinamismo al momento de hacer la presentación del show, en el que ingreso impecablemente vestido de negro y acompañado de dos chicas, mientras personificaba al animador de un programa llamado: “Premios Gigantes”.
Su buen sentido del humor, ritmo al bailar y sus pegajosas e improvisadas canciones se ganaron al público presente, mientras los jueces Prince Royce, Bianca Marroquín y Luis Coronel observaban con atención cada detalle de su presentación.
El momento incomodo de la noche se dio justo en el momento en el que Ángel recibió la puntuación por parte de Bianca Marroquín, situación que incomodó al hondureño quien mostró su malestar ante la misma, sin embargo, de manera inmediata aceptó la decisión de los jueces, ofreció disculpas y se comprometió a dar lo mejor de sí en lo que viene de la competencia.
El pequeño gigante hondureño continúa enamorando a los televidentes hispanos con su gracia, talento y soltura, en esta noche a pesar de ello, aprendió una valiosa lección y deberá aprender a acatar las decisiones de los jueces, aunque le cambien el papel a última hora.
