Algunos inversionistas huelen una oportunidad en la mayor crisis del mercado cafetero en más de una década.
Los precios de los granos de café cayeron 54% en los últimos dos años. El descenso ha sido tan profundo que los agricultores están evaluando plantar otros cultivos, lo que algunos inversionistas ven como una salida al exceso de suministro y algo que podría apuntalar su precio.
Los precios del café arábica en la bolsa estadounidense de futuros ICE descendieron esta semana a sus menores niveles desde septiembre de 2009. Estos precios, que reflejan los costos del café al por mayor para los tostadores, cerraron el jueves en US$1,2370 por libra (casi medio kilo), justo por encima del mínimo de US$1,2275 registrado el miércoles.
Los precios de referencia se están acercando al costo de producción en Brasil, el principal productor global de café, y ya cayeron por debajo de ese nivel en otros países, como Colombia, sostienen los agricultores.
“Es imposible continuar”, afirma Joaquim Libânio Ferreira Leite, cuya familia ha cultivado café arábica por siete generaciones en Brasil, pero ahora está convirtiendo algunas
tierras a pastizales de ganado. “Sin dinero, no hay café”.
Los cultivadores están evitando plantar árboles nuevos y racionando el uso de fertilizantes. Leite, director de exportaciones de la mayor cooperativa de café en Brasil,
que cultiva alrededor de 10% de laproducción del país, prevé que otros miembros de la cooperativa sigan su ejemplo.
“No hay ni un solo productor que pueda ganar dinero con los precios actuales”, afirmó Mark Nucera, presidente de M.A. Nucera, una firma de consultoría en EE.UU. que asesora a inversionistas sobre compras y ventas de commodities. “Los precios son tan malos que uno prevé menos producción” para la próxima temporada.
Hace poco, Nucera apostó a que los precios del café arábica subirían. Según su previsión, el mercado repuntará alrededor de octubre.
El bajón de los precios es resultado de dos años de una creciente producción en Brasil. Los cultivadores del país invirtieron fuertemente en sus granjas cuando los precios se
dispararon a un máximo de 14 años en 2011, expandiendo la superficie de cultivo y plantando árboles de variedades con alto retorno.
Cuando los precios bajaron, conservaron algunos de sus granos con la esperanza de que repuntaran, pero eso nunca sucedió. Como consecuencia, los agricultores ahora
tienen aún más por vender a medida que comienzan a recolectar la cosecha de esta temporada, que según prevé el gobierno brasileño se acercaría a un récord.
Fain Shaffer, presidente de Infinity Trading Group, una firma de corretaje en Oregon, hace poco compró futuros de arábica cuando se encontraban casi en mínimos de tres
años. Planea continuar haciendo apuestas alcistas hasta julio. Entonces prevé que el mercado tocará su mínimo estacional, durante el pico de la cosecha brasileña.
Shaffer proyecta que el mercado caerá hasta US$1,20 la libra en el corto plazo, pero en 60 a 90 días prevé que los precios suban a medida que el mercado se concentra en
la próxima temporada.
Sin dudas, otros inversionistas apuestan a que la caída de los precios continuará. Bill Collard, inversionista y presidente del Futures Management Group, una firma de corretaje en Florida, apostó a que los precios seguirían su descenso, debido a la enorme cantidad de reservas en Brasil y una economía global tibia que podría amortiguar el
crecimiento del consumo.“Ha sido un negocio muy rentable”, dijo. “Y se ha precipitado”.
Los precios del café robusta, la variedad de grano más amargo y fácil de cultivar, también cayeron debido a las grandes provisiones de Vietnam, el mayor cultivador mundial
de la variedad que suele usarse para el café instantáneo. Los granos de robusta para entrega en julio en la bolsa NYSE Euronext se ubicaron en US$1,731 por tonelada, el mínimo en 17 meses.
Los países que son grandes cultivadores de café están ayudando a los agricultores a soportar la crisis con subsidios directos y provisiones gratuitas para cultivar, que a la larga podrían estabilizar la volatilidad de los precios.
Bajo la presión de grupos de cultivadores y gobiernos regionales, funcionarios brasileños hace poco aumentaron el precio mínimo del café a 307 reales (US$142) por bolsa de 60 kilos, que se traduce a US$1,0794 por libra, por primera vez en cuatro años.
