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El coloso minero Glencore Xstrata no tiene tiempo para celebrar

  • 03 mayo 2013 /

Cuando las acciones de Glencore Xstrata comiencen a cotizar en bolsa el viernes maximizar ganancias y estar alerta ante el próximo acuerdo.

Cuando su acuerdo de US$66.000 millones cruzó la línea de llegada el jueves por la mañana, Ivan Glasenberg, presidente ejecutivo de la recién fusionada Glencore Xstrata PLC, pensaba más en el futuro que en celebrar la creación de un gigante minero.

Cuando las acciones de Glencore Xstrata comiencen a cotizar en bolsa el viernes, el foco estará en integrar ambas firmas, maximizar ganancias y estar alerta ante el próximo acuerdo. “No se va a abrir ninguna botella de champaña”, dijo en una entrevista con The Wall Street Journal el director ejecutivo de Glencore International PLC, un ex corredor de carbón de 57 años. “Es fácil de comprar. Prueba que se compró en el momento justo y al precio justo. Nunca abrí una botella de champaña tras ninguna compra. Eso lo hacen los banqueros”.

Glasenberg teme la posibilidad de que el acuerdo con Xstrata, que se gestó durante años, resulte un fracaso épico, como la fusión de AOL y Time Warner en 2000. “Es exactamente lo que temo... todos los días”, indicó minutos después de que la fusión fuera aprobada formalmente. “Si los precios de los commodities se mantienen bajos, alguien dirá que me equivoqué”.

En la entrevista, el ejecutivo sudafricano no dejó dudas de que la nueva empresa retendrá todo el ADN enérgico e innovador de la vieja Glencore. Explicó por qué no ve diferencias entre países con volatilidad política que expropian activos y democracias estables que elevan impuestos. Defendió la cultura darwiniana de Glencore, en la cual subordinados “atacan” a sus superiores si perciben que no están dando lo mejor de sí. Además, ensalzó al gobierno corporativo de la nueva empresa, al tiempo que aseguró que su equipo tiene el control total, al decir que Glencore “aún es una compañía de capital cerrado de algún modo” gracias a que sus empleados tienen muchas acciones.

Glasenberg incluso busca suavizar su estilo de hablar frontal. “Soy el presidente ejecutivo de una empresa que cotiza en bolsa”, dijo. “Hay que mostrar decoro”.

El ejecutivo afirmó que el éxito de la nueva empresa depende de la fortaleza de los precios de commodities como el cobre, el zinc y el carbón, que han bajado desde que se anunció la fusión en febrero de 2012, lo que provocó una caída de 38% en el precio de la acción de Glencore International. Las dos compañías tenían una producción bastante similar de zinc y cobre pero no de carbón, donde Xstrata es un actor más importante.

Glencore Xstrata tiene un plan de integración de 100 días. Glasenberg sostuvo que visitó cada operación importante de Xstrata en los últimos cinco meses, descubrió la duplicación de tareas clave y prevé despedir una “gran cantidad de gerentes intermedios de Xstrata”. Al menos cinco altos gerentes de Xstrata han renunciado. “Pero todos los gerentes de minas se quedan”, sostuvo, sin dar cifras de los despidos. “No vemos la necesidad de estas grandes unidades de negocios”.

Glencore Xstrata mantendrá los gastos de capital a los que se ha comprometido hasta 2015 pero luego reevaluará las inversiones. Los nuevos proyectos de cobre de Xstrata incluyen Tampakan en Filipinas, Alumbrera y El Pachón en Argentina y Frieda River en Papua Nueva Ghinea.

“Si su mantenimiento es demasiado alto, podríamos tener que venderlos”, dijo en referencia a todos los proyectos que la compañía empezaría de cero.

En tanto, probablemente avanzará despacio sobre compras grandes, aunque ya fue mencionada como posible interesada en mineras como Rio Tinto PLC y Eurasian Natural Resources Corp. “Glencore tiene la tarea de consolidar Xstrata”, indicó Glasenberg. Con US$30.000 millones en deuda neta en los libros al 31 de diciembre pasado, “no se pueden hacer enormes compras en efectivo a no ser que los precios de los commodities realmente repunten. Siempre miramos oportunidades. No buscamos enérgicamente comprar algo”.

Si es que llegan a comprar algo, dijo Glasenberg, el blanco será determinado por el potencial del rendimiento en lugar del precio del metal que se está produciendo.

Glasenberg, quien asumió el mando de la entonces firma de corretaje de commodities Glencore en 2002, gestionó la fusión con Xstrata PLC en febrero de 2012. Estaba previsto que fuera vicepresidente ejecutivo por debajo del presidente ejecutivo de Xstrata, Mick Davis, hasta que el accionista de Xstrata Qatar Holding LLC pidió un precio más alto por el acuerdo. Eso llevó a Glencore a aumentar su oferta y a pedir que Glasenberg asumiera la presidencia ejecutiva.

Glasenberg es propietario de 8% de la empresa combinada, lo que ha generado inquietudes de que podría necesitar un contrapeso en lo más alto de la firma. Afirmó que es partidiario de un directorio que lo pueda controlar.

El ejecutivo está analizando dónde comprar minas y dijo que no prefiere ubicaciones establecidas como Australia o Canadá por encima de economías emergentes como la República Democrática del Congo o Colombia. “Podrán ser países más riesgosos, pero están dando grandes retornos”, observó. “Estos activos gigantescos (como los de Australia y Brasil) no me van a dar los grandes retornos porque han producido enormes excesos”. Agregó que el impuesto minero que estableció Australia en 2010 fue similar a una “expropiación”.