26/04/2024
12:56 AM

Los magnates desafían a Mao y se abren paso en el PC chino

Liang Wengen, que tendría un patrimonio de US$7.300 millones, estaba en uno de los asientos.

Cuando la élite del Partido Comunista se reunió en noviembre para designar a los nuevos líderes de China, algunas de las personas más acaudaladas del país ocuparon asientos codiciados en el Gran Salón del Pueblo, en Beijing.

Liang Wengen, que tendría un patrimonio de US$7.300 millones, estaba en uno de los asientos. Su fábrica de equipos de construcción, Sany Heavy Industry Co., compite con Caterpillar Inc. Asimismo, Zhou Haijiang, un magnate de ropa con una fortuna familiar estimada de US$1.300 millones, también estaba presente. Como miembros del Congreso del Partido Comunista, ayudaron a respaldar el nuevo liderazgo.

Por muchos años, el Partido Comunista chino llenó los principales organismos políticos y del Estado con sirvientes leales como trabajadores proletarios, académicos dóciles y oficiales militares. Ahora le ha abierto la puerta a otro grupo: millonarios y multimillonarios.

Un análisis de The Wall Street Journal, basado en información de la firma de investigación de Shanghai Hurun Report, identificó a 160 de las 1.024 personas más ricas de China, con una fortuna familiar colectiva de US$221.000 millones, que formaban parte del Congreso del Partido Comunista, de la legislatura y de un prominente grupo de asesoría llamado la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.

La legislatura china, la Asamblea Popular Nacional, tal vez cuente con más miembros acaudalados que ningún otro organismo similar en el mundo. Setenta y cinco personas con escaños, entre los 3.000 miembros, figuran en la lista 2012 de Hurun Report, que la firma calcula utilizando informes públicos y estimaciones del valor de activos. El patrimonio neto promedio de estas 75 personas sobrepasa los US$1.000 millones.

En comparación, la riqueza colectiva de los 535 miembros del Congreso de Estados Unidos era de entre US$1.800 millones y US$6.500 millones en 2010, de acuerdo con el análisis más reciente de declaraciones de activos de legisladores realizado por el Centro de Política Receptiva, un grupo sin afiliación política.

China últimamente ha enfrentado tensiones políticas y sociales en torno a su turbio proceso legislativo y la creciente desigualdad de ingresos. Durante este año de cambio de poder, el partido ha puesto especial atención a las divulgaciones sobre las fortunas acumuladas por los hijos de líderes políticos, por ejecutivos de empresas estatales y por otras personas con vínculos políticos. Muchos ciudadanos chinos culpan a los guanshang guojie —algo así como funcionarios confabulados con empresarios— por los altos precios, la baja calidad de los alimentos y la polución.

Conforme las familias políticas ingresan a los negocios, los magnates del sector privado incursionan en la esfera política, aunque no está claro qué está impulsando este movimiento. Otros líderes empresariales chinos han cultivado relaciones con jefes del partido sin entrar a la política. Pero el análisis del Wall Street Journal mostró que las personas que aparecían en la lista de ricos de Hurun y que también formaban parte de la legislatura incrementaron su patrimonio más rápido que el resto.

Setenta y cinco personas que figuraban en la lista desde 2007 a 2012 integraron la legislatura china durante ese período. Sus fortunas crecieron, en promedio, 81% durante ese período, de acuerdo con Hurun. Los 324 miembros de la lista sin puestos políticos nacionales vieron un crecimiento promedio de 47% en su riqueza durante el mismo período, según un análisis que hizo la firma para el Wall Street Journal.

Es difícil señalar con precisión cómo los cargos políticos promueven los intereses empresariales de los ricos. Puede que les vaya mejor a causa de sus puestos políticos o, por otro lado, tal vez tengan sus cargos gracias a su éxito en los negocios. Las compañías chinas tienen muchos motivos para estar en buenos términos con los líderes políticos. Las empresas a menudo trabajan con el gobierno, obtienen préstamos de bancos estatales e incluso negocian sus facturas fiscales con las autoridades locales.

La tarjeta de presentación de Zhou, de 46 años y presidente de la empresa de control familiar Hongdou Group Co., enumera 10 puestos políticos. El magnate de indumentaria declaró en una entrevista que sus cargos le proporcionan la oportunidad de interactuar con diferentes grupos de élite, es decir empresarios, políticos y oficiales militares.

'Me hace sentir bien participar en este tipo de grupo exclusivo', expresó. Cuando surge la oportunidad, explicó, insta a los líderes del gobierno a recortar los impuestos, enfatizando que presionó personalmente al primer ministro Wen Jiabao a extender los recortes tributarios relacionados a tecnología para las firmas que desarrollan marcas. No está claro si se tomaron tales medidas.

Durante el mandato del presidente Mao Zedong, los capitalistas eran considerados enemigos del Estado. Algunos propietarios de negocios fueron perseguidos y la mayoría de las empresas se convirtieron en propiedad del gobierno.

Eso cambió en los años 80 y a principios de los 90, cuando Deng Xiaoping habría declarado que 'hacerse rico es glorioso'. Además, una enmienda constitucional en 2002 dictaminó que el Partido Comunista desde ese momento consideraría válidas las contribuciones de empresas privadas, abriendo así un espacio para los empresarios del sector privado en el sistema del partido.

Hoy en día, incluso algunos multimillonarios menos conocidos como el desarrollador inmobiliario Shi Yingwen, de Guangxi Ronghe Co., y el magnate de las camisas Li Rucheng, de Youngor Group Co., y la reina de las pelucas Zheng Youquan, de Henan Rebecca Hair Products Inc., igualan en poder político a alcaldes y generales chinos. Hombres y mujeres que lograron sus fortunas por sí mismos se desempeñan en la legislatura al lado de presidentes de petroleras y bancos estales nombrados por el partido.

La Asamblea Popular Nacional de China tiene características singulares. Los legisladores no son elegidos por los ciudadanos sino que son nominados por instituciones del partido, que ocasionalmente votan internamente por los candidatos. Las leyes son redactadas por pequeños grupos de legisladores que consultan a los principales oficiales del partido. El pleno de la asamblea invariablemente aprueba estos proyectos de ley.

Los analistas políticos a veces consideran los puestos legislativos en China como simbólicos debido al limitado poder de estos funcionarios. Aun así, Dow Jones Watchlist, una publicación afiliada al Wall Street Journal que provee bases de datos globales sobre funcionarios públicos a instituciones financieras, denomina a más de 150 personas en la lista de ricos de Hurun 'personas políticamente expuestas' bajo estándares internacionales. Las convenciones mundiales contra el lavado de dinero exhortan a los bancos internacionales a escudriñar las transacciones en que participan estos individuos, sus familias y personas cercanas.

Zhou, de Hongdou Group, fue invitado a la asamblea del partido antes de que su padre se retirara de la legislatura, en 2008. En los últimos 30 años, su familia se ha apoderado de tierras para cultivo cerca de la ciudad de Wuxi para expandir la compañía. La empresa ahora cuenta con más de 100 plantas, incluyendo una de las fábricas de trajes más grandes en Asia y un salón en honor a los líderes comunistas.

Zhou reconoce que algunas personas pagan por ingresar al poder, pero cataloga estos casos como 'incidentes aislados'. Explica que los empresarios se unen a organismos políticos 'para mantenerse al ritmo de la dirección del desarrollo del país'. 'Si lo que estoy haciendo cumple con los principios del gobierno, entonces todos los oficiales gubernamentales me apoyarán', afirma.

La tarjeta de presentación de Zhou, de 46 años y presidente de la empresa de control familiar Hongdou Group Co., enumera 10 puestos políticos. El magnate de indumentaria declaró en una entrevista que sus cargos le proporcionan la oportunidad de interactuar con diferentes grupos de élite, es decir empresarios, políticos y oficiales militares.

'Me hace sentir bien participar en este tipo de grupo exclusivo', expresó. Cuando surge la oportunidad, explicó, insta a los líderes del gobierno a recortar los impuestos, enfatizando que presionó personalmente al primer ministro Wen Jiabao a extender los recortes tributarios relacionados a tecnología para las firmas que desarrollan marcas. No está claro si se tomaron tales medidas.

Durante el mandato del presidente Mao Zedong, los capitalistas eran considerados enemigos del Estado. Algunos propietarios de negocios fueron perseguidos y la mayoría de las empresas se convirtieron en propiedad del gobierno.

Eso cambió en los años 80 y a principios de los 90, cuando Deng Xiaoping habría declarado que 'hacerse rico es glorioso'. Además, una enmienda constitucional en 2002 dictaminó que el Partido Comunista desde ese momento consideraría válidas las contribuciones de empresas privadas, abriendo así un espacio para los empresarios del sector privado en el sistema del partido.

Hoy en día, incluso algunos multimillonarios menos conocidos como el desarrollador inmobiliario Shi Yingwen, de Guangxi Ronghe Co., y el magnate de las camisas Li Rucheng, de Youngor Group Co., y la reina de las pelucas Zheng Youquan, de Henan Rebecca Hair Products Inc., igualan en poder político a alcaldes y generales chinos. Hombres y mujeres que lograron sus fortunas por sí mismos se desempeñan en la legislatura al lado de presidentes de petroleras y bancos estales nombrados por el partido.

La Asamblea Popular Nacional de China tiene características singulares. Los legisladores no son elegidos por los ciudadanos sino que son nominados por instituciones del partido, que ocasionalmente votan internamente por los candidatos. Las leyes son redactadas por pequeños grupos de legisladores que consultan a los principales oficiales del partido. El pleno de la asamblea invariablemente aprueba estos proyectos de ley.

Los analistas políticos a veces consideran los puestos legislativos en China como simbólicos debido al limitado poder de estos funcionarios. Aun así, Dow Jones Watchlist, una publicación afiliada al Wall Street Journal que provee bases de datos globales sobre funcionarios públicos a instituciones financieras, denomina a más de 150 personas en la lista de ricos de Hurun 'personas políticamente expuestas' bajo estándares internacionales. Las convenciones mundiales contra el lavado de dinero exhortan a los bancos internacionales a escudriñar las transacciones en que participan estos individuos, sus familias y personas cercanas.

Zhou, de Hongdou Group, fue invitado a la asamblea del partido antes de que su padre se retirara de la legislatura, en 2008. En los últimos 30 años, su familia se ha apoderado de tierras para cultivo cerca de la ciudad de Wuxi para expandir la compañía. La empresa ahora cuenta con más de 100 plantas, incluyendo una de las fábricas de trajes más grandes en Asia y un salón en honor a los líderes comunistas.

Zhou reconoce que algunas personas pagan por ingresar al poder, pero cataloga estos casos como 'incidentes aislados'. Explica que los empresarios se unen a organismos políticos 'para mantenerse al ritmo de la dirección del desarrollo del país'. 'Si lo que estoy haciendo cumple con los principios del gobierno, entonces todos los oficiales gubernamentales me apoyarán', afirma.