30/04/2024
04:36 PM

Sequía en Brasil puede durar hasta unos 30 años

El mal clima en Brasil está encendiendo las alarmas en los diferentes sectores agroindustriales al ver una alta caída en el rendimiento de producción.

Sao Paulo, Brasil

El escenario de la actual sequía en el sureste brasileño, la región más rica y poblada del país que pasa por la peor crisis hídrica de los últimos 85 años, puede durar 30 años más, según afirmó la semana pasada un especialista en Meteorología.

Paulo Ethichury, meteorólogo y director de la consultora Somar Meteorología, explicó que el clima actual en Brasil obedece a un ciclo de enfriamiento del Océano Pacífico en los últimos años, que se opone a las décadas del ochenta, noventa y 2000.

El inicio del año asustó, en términos climáticos, a la agroindustria, con un atraso del cultivo de la soya y perspectivas de caída de la productividad en otras materias primas agrícolas, como el café.

De acuerdo con Ethichury, los períodos de sequía más amplios se pueden repetir el año que viene. “La actual fase es la misma que vivimos en los años cuarenta, también con menores volúmenes de lluvia. Se trata de un nuevo ciclo, también llamado de ‘interdecadal’ en el que estamos volviendo para esta fase seca”, señaló el especialista, para quien los ciclos tienen intervalos, a veces, de unos 30 años. Según Ethichury, es “un ciclo que lleva a un comportamiento climático de estándar más seco”. “Eso significa que, por ejemplo, antes se cultivaba maíz en ciclos de 130 a 140 días y hoy esos cultivos tienen que hacerse entre 100 y 105 días para que el cultivo sea más efectivo en la época de lluvias”, destacó Ethichury.

La crisis hídrica del sureste tiene en estado de alerta a los estados de Río de Janeiro, Minas Gerais, Espírito Santo y, principalmente, Sao Paulo, el más rico y poblado del país.

El sistema de embalses Cantareira, que abastece a 6.5 millones de personas, un tercio de la región metropolitana de Sao Paulo, ha utilizado ya las dos cotas del llamado “volumen muerto”, una reserva técnica adicional para la recolección de agua.

Las lluvias de febrero y marzo, a pesar de haber sido superiores del promedio para esos meses, elevaron parte de los niveles de los embalses, pero no lo suficiente para mejorar la situación.

La tercera conferencia de la agroindustria, en la que participaron la semana pasada centenas de empresarios y ejecutivos del sector, expresó la preocupación por el actual escenario climático del país, que también puede sufrir cortes en el suministro de energía por Brasil depender en su mayoría de una matriz hidroeléctrica.