30/05/2024
05:40 PM

Remesas se consolidan como base económica de Honduras

Por primera vez, en 2022, los hondureños en el exterior enviaron el equivalente al 30% (aproximadamente) del producto interno bruto. En 2023 siguen creciendo.

SAN PEDRO SULA

Los hondureños en el exterior, que superan el millón solamente en Estados Unidos, se consolidan como la base en la cual se sostiene la economía hondureña al enviar remesas equivalentes al 30% del producto interno bruto (PIB).

El año anterior, los hondureños en el extranjero transfirieron a sus familiares $8,683.6 millones, 17.8% más que 2021, según el último informe denominado “Remesas Familiares en Honduras 2017-2022”, publicado recientemente por el departamento de investigación económica del Banco Central de Honduras (BCH).

Ciclo

Las remesas tuvieron su tiempo de vacas flacas
Entre 2008 y 2009, las remesas experimentaron una contracción importante, no superaron los $2,500 millones anuales. Esta caída se dio en medio de la crisis económica mundial que se originó en Estados Unidos en 2008, un poco después de la quiebra de Lehman Brothers y otros bancos y por el alza del precio del petróleo en el mercado internacional por la invasión a Irak.

Con ese monto, las remesas alcanzan alrededor del 30% del PIB de 2022, más de $29,500 millones registrados en la economía hondureña, como suma del valor monetario de los bienes y servicios producidos durante ese año.

Las remesas se convierten en la principal fuente de ingresos de dólares de Honduras, relegando a un segundo lugar las exportaciones de mercancías generales (incluye el café, aceite de palma, banano y otros), que el año pasado sumaron $6,102.1 millones ($899.2 millones más que en 2021) y también la maquila, que genera más de $5,000 millones.

En un poco más de dos décadas, las remesas ganaron más participación en la medida que el número de hondureños creció (de menos de 500,000 a más de un millón) en los Estados Unidos a causa de las masivas olas migratorias.

En el año 2000, la cantidad de remesas enviadas equivalían apenas a un 6.1%, en 2021 ascendieron a 25.3% y el año pasado continuaron escalando impulsadas por la reactivación de la economía de los Estados Unidos tras la suspensión de medidas restrictivas impuestas contra el covid-19.

Según el último estudio de las remesas del BCH, entre 2017 y 2022 aproximadamente 4,257,899 personas recibieron dólares procedentes del exterior: 674,754 receptores nacieron en Francisco Morazán, 610,535 en Cortés, 346,681 en Yoro y el resto en los otros departamentos del país.

En 2023, las remesas mantienen una tendencia al alza. Cifras de la balanza cambiaria registrada por el BCH indican que en enero los hondureños enviaron a su país más de $682 millones y en febrero más de $659 millones, para sumar $1,341 millones, una cantidad superior a la observada en igual período de 2022: 1,195 millones.

Los hondureños que reciben las remesas las utilizan para cubrir los gastos que no logran sufragar con el salario que perciben en sus actividades laborales o mercantiles.

“Con el dinero que me mandó mi esposo en enero logré comprarles los cuadernos, uniformes y zapatos a mis dos niños que van a la escuela. El año pasado todo subió de precio y lo que ganamos no alcanza para cubrir las necesidades”, dijo Doris Valladares, comerciante sampedrana de 32 años.